@deportesavila / La próxima temporada el equipo femenino de fútbol del Polideportivo Casa Social Católica cumplirá 25 años de historia. Un cuarto de siglo apoyando y divulgando el deporte femenino, ahora tan de moda y en boca de todos.
El cuadro de féminas de la Casa Social Católica comenzó su andadura en la temporada 1996-97 (foto de la plantilla y entrenador en blanco y negro), en la que tomó parte en la recién creada Liga Provincial Femenina de Ávila, junto a otros seis conjuntos como fueron Cáritas Deportes Tiritoru (con dos equipos), San Antonio Deportes En Forma, El Barco de Ávila, Deportivo Arenas y Martiherrero, lo que da una idea del gran interés que despertaba entonces el fútbol entre las chicas, a pesar de dificultades como la escasez de instalaciones deportivas en la capital amurallada.
Y es que el cuadro verdinegro tuvo sus inicios en el anexo número 2 del Adolfo Suárez, utilizando también el 1, ambos de tierra, pasando posteriormente por la hierba natural de la Ciudad Deportiva e incluso de la Escuela de Policía, antes de recalar en los de El Seminario, hoy complejo Manuel Sánchez Granado.
El entrenador de aquella primera escuadra fue Rafael Sánchez Encinar. En esta categoría provincial militó durante tres temporadas, siendo también dirigido por Juan Antonio Herráez, hasta que en la 1998-99 ascendió a la Liga Regional, donde se encontró con rivales como el Club Internacional de La Amistad de Palencia, Amigos del Duero de Zamora, León Fútbol Femenino, Nuestra Señora de Belén de Burgos o los vallisoletanos Arces y Atlético Tordesillas.
El paso por la Regional fue fulgurante y exitoso, ya que en una gran temporada se clasificó en la segunda posición, por detrás del Club Internacional de La Amistad, lo que le dio el ascenso a la Liga Nacional Femenina y además se proclamó campeón de la Copa de Castilla y León al derrotar en la final disputada en Zamora al equipo palentino. Carlos Rodríguez era el técnico y en la foto en color está con las jugadoras que componían la plantilla.
En aquellos tiempos era la máxima categoría del fútbol femenino español y la formaban cuatro grupos, quedando la Casa Social Católica encuadrada en el grupo Noroeste, formado principalmente con potentes equipos de Madrid como Pozuelo, Torrejón, Coslada, Escuela de Madrid, Tres Cantos, Canillas o Rosillo 75, el manchego Miguelturreño, el asturiano Peñas de Oviedo y los ya conocidos Nuestra Señora de Belén y León Femenino de nuestra comunidad, contra los que el equipo abulense luchó con gran esfuerzo e ilusión, clasificándose en una destacable octava posición, con catorce equipos participantes.
Y es que la Casa Social había formado un gran bloque con jugadoras de la capital y provincia abulense de mucha calidad y proyección, que comenzaron a ser objetivo de grandes clubes nacionales y varias de ellas recibieron ofertas y se fueron marchando en busca del éxito en este difícil deporte. El caso más destacado fue el de Judith, que llegó a formar parte del Mónaco de la liga francesa de la máxima categoría.
Posteriormente llegó la reestructuración al fútbol femenino y se creó la División de Honor como categoría superior y la Casa Social se quedó en la denominada Primera División, en la que continuó exhibiendo un gran nivel y se mantuvo durante varias temporadas de la mano de entrenadores como Rodrigo García, Juan Carlos González del Pozo, Félix Chapinal, Miguel Ángel Araujo, Emilio Perdiguero o Jesús Estévez, hasta que no pudo competir con escuadras del potencial del Rayo Vallecano, Atlético de Madrid, Deportivo de La Coruña, Escuela de Mareo, etc. y descendió a la Segunda División, en la que tuvo otra buena etapa con técnicos como José Antonio Soroa, Miguel Ángel San Pedro o Míchel entre otros. En esta época la Casa Social Católica incluso creó un equipo filial que durante dos temporadas estuvo en la Primera Regional, categoría a la que cayó posteriormente el primer conjunto.
En la campaña 2016-2017, la Casa Social estuvo a punto de ascender de nuevo a la Segunda División, pero se tuvo que conformar con la segunda posición. Tras tomar el relevo a Paco Cabañas en el banquillo, Toño Maroto lleva dirigiendo al equipo las dos últimas temporadas, en las que el club ha vivido muchas dificultades, especialmente en la recién finalizada campaña, debido a una plantilla de jugadoras muy corta, situación que desde el club se quiere revertir de cara al futuro dando un nuevo impulso al fútbol femenino abulense, como ha sido desde hace 25 años, siendo el auténtico pionero. Por ello, una de las medidas adoptadas por la Casa Social Católica es que todas las jugadoras interesadas en formar parte del equipo tendrán de forma gratuita la cuota de inscripción para la temporada 2020-2021.