López Manrique / Encuentro decisivo para el Óbila Club de Basket el que jugaba el sábado en su cancha frente al Traumacor Culleredo, rival directo que marchaba un puesto después, con una derrota más. Un choque en el que los verderones estaban obligados a conseguir la victoria para dejar atrás al conjunto gallego y seguir fuera de los puestos de descenso. Pero no era el día de los de Evaristo Pérez, que hicieron un mal partido y se complican la vida al caer a la undécima plaza que manda directamente a la autonómica.

El inicio del partido fue un espejismo para el cuadro local. El 6-0 con el que arrancaba, con triple de Adrián Froufe incluido, resultó ser algo transitorio, llevando la iniciativa en el electrónico durante los seis primeros minutos, hasta que dos tiros libres del pívot letón Alvars Stikus establecían el empate a 11. Las faltas personales en que incurrían los anfitriones eran aprovechadas desde la línea de 4,60 por los gallegos para llegar al término del primer cuarto por delante (19-20). A ello contribuía el mencionado Stikus y el ala-pívot estadounidense Daniel William, el más enchufado de todos, que fue el más sobresaliente sobre la cancha, autor de 25 puntos, 15 de ellos de tiro libre, con 34 de valoración final. 

Los dos citados, junto con el base Carlos Añón, se bastaron para imponerse en el Carlos Sastre. Muestra de ello fueron los números que presentaron, con un total de 45 rebotes, obra de su poderío interior, cifra que casi dobló a las capturas del Óbila (26), estando también más enchufados en la línea exterior.

La situación se complicó cada vez más para el cuadro local en el segundo cuarto, aunque mantuvieran durante tiempo una mínima diferencia con Culleredo que mediado el período era de un punto (31-32). De ahí hasta entrar en el descanso, la dinámica de los de Ávila fue totalmente nefasta y el juego de los de ‘Varis’ no fluía para nada. Esta circunstancia la aprovechó el rival, que le asestaba un parcial de 0-8 y le impedía anotar durante nada menos que cinco minutos. A los vestuarios entraban los jugadores verderones con un 31-40 en contra.

Imbuidos en una espiral negativa, el juego del Óbila no lograba fluir tras el descanso.Transcurrido el ecuador del tercer cuarto el marcador se iba a un 36-50. Con triples de Sergi Serrato -el mejor verderón con 14 puntos y 16 de valoración- y Alfons Pilan se conjugaba parte de la desventaja con un parcial de 8-0, permitiendo que los tiros libres de Pilan cerrasen el período mediante un 46-52, con todo por decidir en los últimos diez minutos.

Precisamente Pilan, con la primera canasta del cuarto definitivo acercaba a cuatro a su equipo (48-52). Pero no estaban dispuestos los de Culleredo a dejarse ir, dado que conservaban siempre una renta que les facilitaba ir por delante, aunque no demasiado. A falta de cinco minutos para el final, el Óbila se encontraba a tres (57-60) y restando menos de dos eran dos puntos los de ventaja gallega (64-66). A 41 segundos para el final y después de una canasta de Serrato, se mantenía la misma diferencia (66-68).

Un apasionante final que no supo manejar el Óbila ante los experimentados jugadores del Culleredo

El tiempo se consumía y a 12 segundos para acabar cometía personal Froufe que aprovechaba William para anotar uno de sus dos tiros libres (66-69). Pedía tiempo muerto Evaristo Pérez y en la reanudación erraba Froufe un triple intentando igualar el partido. Cometía una antideportiva Serrato, que se saldaba con un tiro libre acertado de Álvaro Añón y una canasta de dos de Carlos Añón. Un segundo por delante y el resultado final estaba ya decidido (66-72), parando el encuentro Luis Fraga,, que recibía una gran pitada del público, no entendiendo esta decisión cuando tenían ganado el partido

Derrota ante un rival directo, además con el basket average perdido, cuando restan tan solo de tres jornadas para la conclusión de la fase regular, tres partidos a vida a muerte, dos fuera de casa, en las canchas de Marín y Solgaleo Bosco, y tan solo una como local, frente al Gijón Basket. El primero está fuera de su alcance, mientras que el segundo cuenta con únicamente un triunfo más y es un contrario directísimo con el que se puede jugar la permanencia. El tercero se encuentra un puesto por debajo, pero con tres victorias menos, aunque si ganase los tres partidos que le restan y perdiese el Óbila los suyos se pondría por delante. Además, los verderones dependen de los resultados del Estudiantes Lugo, dos posiciones por arriba, pero con los mismos nueve triunfos, con el que tienen el basket average perdido.

ÓBILA CLUB DE BASKET 66 72 TRAUMACOR CULLEREDO

Sergi Serrato (14), Adrián Froufe (11), Alfonso Pilan (13), Héctor Marco (4) y Aarón Guzmán (6) -cinco inicial-, Jonah Callenbach (8), Yaroslav Dagotto (0), Juan López Yuste (0) y David Arija (10).
Entrenador: Evaristo Pérez.

Álvaro Añón (1), Daniel William (26), Ramiro F. Espinoza (3), Alberto Corbacho (12), Aivar Stiktus (15) -cinco inicial-, Carlos Añón (11), Fernando Vidal (4) y Borja Morcillo (0).
Entrenador: Luis Fraga.

Parciales: 19-20, 12-20, 15-12 y 20-20.
Árbitros: Pedro Luis Aguado Muñiz (Valladolid) e Iván Valbuena López (Palencia). Sin eliminados.
Cancha: Centro de Usos Múltiples Carlos Sastre. 250 espectadores.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo tercera jornada del Grupo AB de la Liga EBA.

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