Carlos Sastre, como todos los ‘supervivientes’ de la Vuelta a España, ha disfrutado hoy de la jornada de descanso en tierras gallegas. “Un día de descanso que ha llegado en un momento muy oportuno, después de diez días muy exigentes y justo antes de una semana realmente importante”, señala el corredor del Geox-TMC.
Como su nombre indica, ésta es una jornada en la que los ciclistas sólo tienen un objetivo: descansar y recuperar. “Después de un traslado bastante largo en el día de ayer, en el que llegamos al Parador de Monforte muy tarde, hemos aprovechado para dormir bien, entrenar un par de horitas esta mañana y para descansar toda la tarde. Eso ha sido lo más importante de esta jornada: el descanso”, comenta Sastre.
También es el momento de “ver un poquito el libro de ruta y analizar lo que hemos hecho y los que nos queda”. “Creo que hay etapas realmente duras, pero en las que intentar recuperar el tiempo perdido va a resultar muy difícil. Las clasificaciones están muy apretadas tras la contrarreloj de ayer y eso va a hacer que la carrera tome un matiz muy diferente al que se ha visto en otras ocasiones, en las que las diferencias eran mucho más grandes y eso facilitaba que los quipos tuviesen la capacidad de controlar la carrera”, apunta el ciclista abulense.
En la opinión de uno de los ciclistas con más experiencia del pelotón, “en este momento la carrera queda más abierta que nunca, puesto que las diferencias son de segundos en muchos de los casos y son muchos corredores de diferentes equipos los que están a pocos segundos en la clasificación general”.
“La única manera de poder ganar la Vuelta a España o cualquier otra carrera es jugándosela de alguna manera. Por eso creo que la Vuelta en estos momentos queda más abierta que nunca y creo que esperan diez días muy difíciles, de durísima competición”, concluye Sastre.