Pablo Lastras en el podio como líder de la Vuelta a España 2011 |
En la temporada de su segunda juventud, con victoria de etapa y liderato en la Vuelta, notable Giro y presencia destacada en todas sus actuaciones, Pablo Lastras completará su campaña –a la espera de su amado Giro de Lombardía– con la participación en el Mundial de Ruta del próximo domingo.
A sus 35 años, y diez después de su única participación en el 2002, en el que terminó en el puesto 159º –también lo hizo en sub-23 en 1996, acabando el 35º, y en júnior en 1994, con un 11º lugar en línea y 9º en la contrarreloj– en la máxima cita universal, el madrileño volverá a la selección española y lo hará en un papel de capitán en el que Lastras se desenvuelve como pocos. Recuperado de las molestias en la rodilla que limitaron su rendimiento en la semana final de la Vuelta, el ciclista de Movistar Team será una de las claves para que Óscar Freire consiga en Copenhague su cuarto entorchado mundial.
¿Qué supone para ti el Mundial?
– Lo primero, representar a tu país, lo que supone mucha responsabilidad, pero es algo que no me asusta porque ya es mi segundo Mundial en profesionales. Después, es un reconocimiento a una gran temporada. Si el maillot de líder de la Vuelta dije que era la recompensa a toda una trayectoria, esto es el premio a un gran año. Me hace mucha ilusión, al igual que me hizo regresar a la Vuelta después de tantos años, volver al Mundial y reencontrarme con el ciclismo puro. El Mundial es la reina de las pruebas de un día, hay un ambientazo y la repercusión que consigues si logras algo, es incomparable. Sinceramente, sí he pensado durante el año en estar en el Mundial. Los tres últimos años he estado preseleccionado y el año pasado casi me quedé con la maleta hecha cuando tenía piernas para estar como demostré luego con el tercer puesto en Lombardía, o sea que ya me tocaba, aunque ha sido precisamente el año en el que menos me favorece el recorrido.
¿Qué preparación has llevado para esta cita?
– Las reacciones del cuerpo tras una ronda de tres semanas son increíbles. Te bajan los biorritmos y después de la Vuelta estuve cinco días en los que sólo comía y dormía. Nueve o diez horas por la noche y dos de siesta. Ahí es cuando te das cuenta del cansancio extremo que acumulas. La última semana de la Vuelta estaba físicamente igual o mejor que en la primera, pero acabé con una rodilla tocada por la caída de Talavera. Iba muy limitado y me preocupaba bastante, por lo que la semana pasada aproveche para recuperarla a base de masajes y sesiones de osteopatía. Este domingo ya hice un test importante para la rodilla y respondió bien. Las piernas ya sabía que tenían ritmo, o sea que las sensaciones son buenas. Al final, creo que ha sido una buena decisión no viajar hasta el jueves a Copenhague porque allí el tiempo está revuelto y aquí podemos afinar la preparación sin problemas. Para mí, después del Mundial, aún me quedará uno de los objetivos del año, Lombardia, la carrera que me tiene enamorado.
¿Qué objetivos persigues en Copenhague?
– El único objetivo es hacer historia con Óscar. Este fin de semana tuvimos el ejemplo de la selección de basket y estamos en disposición de pasar también a la historia de este deporte y que Freire sea el único en ganar cuatro Mundiales. Sabemos que vamos a ser favoritos, pero tenemos que correr como si no lo fuéramos. La ventaja es que este año, los nueve sabemos manejarnos en carreras de un día, controlar la carrera… en Zolder 2002 los objetivos y la carrera eran similares y sin la avería de Óscar hubiera acabado en el podio seguro. Aquella vez aprendí muchísimo sobre cómo correr un Mundial, lo concentrado que hay que estar… Esa mentalización va a ser clave porque el inicio va a ser muy rápido y habrá que estar atentos. Parece que junto a Gárate voy a ser un poco quien asuma la responsabilidad de las órdenes cuando no pueda el seleccionador. Me llevo muy bien con Juanma y somos respetados en el pelotón. Para otros sería una responsabilidad, pero yo me siento cómodo con ese papel.
¿Conoces el recorrido del Mundial?
– No he querido ver el recorrido, pero he oído que es muy llano y con un final ascendente que le puede venir bien a Gilbert, por ejemplo. Seguramente habrá que estar en las fugas pero siempre corriendo con la vista atrás. Estar muy pendiente de los boxes, de cualquier gesto, de cualquier orden. Que el Mundial sea tan llano va a suponer sobre todo un riesgo mayor en cuanto a las caídas. Todo el mundo se siente fuerte, todos creen tener opciones y eso significa mayor riesgo. Para mí, y seguro que también para Óscar, hubiera sido mejor un trazado más selectivo.
¿A quienes consideran favoritos?
– Por este orden, Freire, Gilbert y Bennati. No tengo ninguna duda en poner a Óscar el primero. Cuando llega este mes, se transforma, al igual que hace en la época de Milán-San Remo. Es su mes, es uno de los elegidos por esa ‘varita mágica’ y tenemos plena confianza en él porque sabe cómo prepararlo. La gente dice que en la Vuelta no iba bien, pero yo le vi el día antes de bajarse, en una etapa muy dura por el recorrido, el ritmo y el calor y el ritmo y le vi súper.