Camilla con el accidentado Carlos Sastre. Foto: @oswaldrp

@deportesavila / Cincuenta días después de sufrir un accidente cuando intentaba subir a la cumbre del Dhaulagiri, la montaña que tanto se le resiste, el alpinista Carlos Soria ya puede levantarse de la cama en la que ha estado postrado y dar sus primeros pasos apoyado por las muletas.

El diario deportivo Marca informa de la buena nueva para el abulense que a sus 84 años sigue con el pensamiento de volver a intentar la cima de uno de los dos picos que le faltan para completar los 14 ocho miles del planeta. No se le va de la cabeza que era su momento para conseguir hollar el Dhaulagiri: “Íbamos como un tiro, fortísimos para hacer cumbre como demostramos en la subida del campo base al campo 2”.

A 7.700 metros de altitud la fortuna le fue esquiva al veterano montañero al ser arrastrado por un sherpa en su caída, provocándole una fractura abierta de tibia, que motivó su traslado por vía terrestre en difíciles condiciones hasta el campo base, sin poder hacerlo en helicóptero, que después le llevaría a Katmandú y de allí de vuelta a España para ser operado soportando fuertes dolores.

Ahora descansa en su domicilio de la localidad madrileña de Moralzarzal donde se recupera del accidente bajo la supervisión médica del doctor Manuel Leyes, recuperación que va muy lenta, según Soria porque “la piel tarda mucho en regenerar, aunque ahora me están aplicando plata y vamos un poquito mejor. Es clave para que la recuperación siga sus pasos, ya que la herida tiene que ir cerrando”.

El alpinista abulense siente dolor en el tobillo y tiene muy inflamado el pie, esperando hacer fisioterapia para que baje la hinchazón. No pierde el tiempo ni aún postrado en la cama, lugar en el que realiza algunos ejercicios para no perder musculatura de cuádriceps o brazos.

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