El abulense Rubén Jiménez cedió 26 minutos en la línea de meta
Luis León Sánchez cruza primero la línea de meta situada en la Ronda Vieja |
El frío y la lluvia fueron los protagonistas no invitados de una jornada en Ávila de la Vuelta a Castilla y León que dejó muy tocado al pelotón. Tanto, que el grueso de éste se las vio y se las deseó para no llegar fuera de tiempo a la línea de meta de la Ronda Vieja, a la vera del lienzo norte de la muralla. Esa que en su día vio exhibiciones de los más grandes en una tierra conquistada a base de pedales. El último que ha ganado en la capital abulense ha sido el corredor del Rabobank Luis León Sánchez, colocándose al mismo tiempo como líder de la carrera tras la segunda y dantesca etapa.
Luisle aseguraba en la salida que desconocía su estado de forma. Sintió el calor en sus piernas y atacó en el final de etapa. Arrancó una y otra vez en un ejercicio de valentía que recompensó el trabajo sin premio que hizo su equipo en la jornada inaugural de Salamanca. “Triunfo para vosotros”, comentó el de Mula en el podio. Pulgares al ciero y cuatro besos –dos por azafata– para elevarse como máximo favorito a imponerse en la vigésimo séptima edición de la Vuelta a Castilla y León este domingo en Segovia.
La jornada abulense, desapacible de principio a fin, estuvo marcada por los elementos, esos a los que se atrevió a desafiar el nuevo líder. De la lluvia de la salida neutralizada, a la granizada que acompañó la llegada de los más rezagados, sin olvidarse de la nieve caída en el primer puerto de la etapa.
El alto de la Cruz de Hierro (1.467 metros), de 2ª categoría, significó el adiós de varios ciclistas antes de que pudieran coronarlo. Nieve a un lado y a otro de la calzada. El asfalto disfrazado con una blusa blanca que obligó a los profesionales a desgastarse aún más para mantener el control de la bicicleta. El viento, que soplaba de cara, tampoco ayudó, acompañado de agua que golpeaba a los corredores mientras trataban de coronar el primer alto de los 158 kilómetros de los que constó la etapa.
El descenso lanzó la carrera, una vez que la nieve desaparecía. La bajado trajo consigo el ataque de Kloden y Arroyo, dos de los pesados de la prueba castellana y leonesa. El alemán exhibió su clase por un asfalto irregular, y lideró un grupo formado por siete corredores entre los que también destacaba Mikel Landa del Euskaltel. Peligrosos para la clasificación general, el pelotón no dejó que superaran los tres minutos de distancia. Sin embargo, resistieron más de 50 kilómetros escapados, con el veterano alemán a la cabeza, recordando sus mejores tiempos en el Tour de Francia, donde llegara a saborear el podio en su segunda juventud. De rival a aliado de Armstrong. Experiencia que quizá le hizo decir adiós por adelantado cuando ha había demostrado tener fuerzas para plantear más batalla.
Abandona Kloden y prueba Luisle
Kloden abandonó la carrera y el grupo se despidió de cualquier esperanza de disputar la victoria en el pavés abulense. El Andalucía y el Rabobank aceleraron y, poco antes de El Tiemblo (kilómetro 90), absorbían a Arroyo y compañía. Comenzaba el espectáculo de Luis León Sánchez. La lluvia y la nieve pusieron a prueba la recuperación gripal de un corredor acostumbrado a su pedacito de gloria en Francia y en otras grandes vueltas. Se sintió con fuerzas, y en Arrebatacapas (1.068 metros) probó en la falda del puerto. No pudo irse, bien controlado por los Euskaltel o por un sorprendente David de la Cruz (Caja Rural), que salió a todos los envites del murciano.
En La Paramera, en el último alto de la jornada y a 20 kilómetros de la meta, Luisle se atrevió a ir a por un grupito de cabeza de una docena de unidades que no había logrado marcharse a más de un minuto. Les sondeó y se marchó en la rampa de adoquines para levantar los pulgares del Rabobank y hacerle un guiño a la Vuelta a Castilla y León 2012.
El segundo en traspasar la línea de meta fue Guillaume Levarlet a dos segundos después que el ciclista murciano, que marcó un tiempo de 4:18:14 segundos. El podio lo completó Pablo Urtasun del Euskaltel-Euskadi marcando el mismo tiempo que el francés.
El único abulense participante en la Vuelta a Castilla y León, Rubén Jiménez (Burgos BH) llegó a la línea de meta con una desventaja de 26 minutos y siete segundos, en el puesto 120º, ocupando en la clasificación general el 113º, a 26’17” del líder.
La etapa de Ávila ha sido seguida por el ex ciclista abulense Carlos Sastre, ganador del Tour de Francia 2008, mientras que en la línea de meta han estado Alberto Contador, Julio Jiménez y el presidente de la Real Federación Española de Ciclismo, Juan Carlos Castaño.
Luis León Sánchez se convierte en el máximo favorito para llevarse la ronda castellano leonesa, prueba que finaliza este domingo con un recorrido de 173,5 kilómetros, con salida y llegada en Segovia. Los corredores deberán superar tres puertos de primera: Navafría (km. 36,7), La Morcuera (km. 72,7) y Navacerrada (km. 122,6).