El encuentro fue insulso y tan sólo en la segunda mitad tanto uno como otro equipo se atrevieron mínimamente a crear ocasiones
Imagen del encuentro entre el Santa Marta y la ‘Cebre’ |
Revista Salas Bajas / De un enfrentamiento entre dos equipos que se encuentran en una posición casi idéntica, en la zona baja de la tabla y peleando por evitar entrar en los puestos de descenso, no se espera, de entrada, que ofrezcan un gran espectáculo ni que protagonicen un partido memorable, pero por lo menos sí que se les presupone un nivel mínimo de intensidad y de intenciones de ir a por el partido y conseguir tres puntos vitales.
Ni una cosa ni otra ofrecieron en la tarde de este sábado la Unión Deportiva Santa Marta y la Cebrereña, que se batieron en lo que se esperaba que fuera un duelo casi a vida o muerte y terminaron poco menos que firmando las paces y sacando la bandera blanca. Con este resultado, ninguno de los dos sale de pobre, y los tormesinos terminan su particular ‘tour’ con los rivales de la zona baja con un bagaje que no invita demasiado al optimismo.
El partido fue insulso desde el minuto 1, desde que los jugadores pusieron los pies en el césped. Es difícil y casi desesperado poder destacar algún aspecto del juego de unos y otros, por lo menos en los primeros 45 minutos, donde los porteros bien pudieron quedarse en la caseta o en casa viendo el partido del Atlético de Madrid por la televisión. A los dos les faltó pólvora, no es nada nuevo sobre todo en los locales, y más aún después de la marcha del Glory al Jumilla, lo que deja casi huérfano de gol a los de Ángel Crego.
Ante estas circunstancias, el técnico apostó por variar la referencia ofensiva respecto a los encuentros anteriores. Palomi fue el elegido para jugar en la punta, aunque de sobra es sabido que donde se siente más a gusto es jugando con otra referencia más arriba y sirviendo balones. El que fuera padre hace poco lo intentó aunque sin éxito, entre otras cosas porque apenas le llegaban balones. El balón largó fue la nota dominante durante algunos momentos del partido, y cuando intentaba rasearlo el Santa Marta buscó casi siempre la banda izquierda, en la que Jaime estrenaba la titularidad en el San Casto, pero sus intentos fueron inútiles. Además, en la banda contraria, Álex Toral pasaba prácticamente desapercibido.
La Cebrereña no se arrugó y, de hecho, los acercamientos más peligrosos, por llamarlos de alguna manera porque de peligro tuvieron más bien poco, fueron suyos. Un lanzamiento lejano que se marchó por poco y alguna llegada al área a balón parado fueron lo único que pudieron llevarse a la boca, dejando un balance global muy pobre en la primera mitad.
Pero no podían ser los 90 minutos de partido tan planos e insulsos. En la segunda mitad, con el paso del tiempo, la progresiva aparición del cansancio y los cambios, se abrió mínimamente el partido. Y se abrió sobre todo para la Cebrereña, que empezó a llegar con mayor asiduidad a la portería defendida por Luceño, que ofreció alguna duda en los balones aéreos. Ruba, pasado el cuarto de hora de la reanudación, tuvo una clara ocasión (esta vez sí, digna de llamarse así) al rematar desde el punto de penalti y libre de marca un falta botada desde la banda derecha.
Esto inquietó al Santa Marta, que le vio las orejas al lobo y protagonizó dos acercamientos por medio de Gallego y de Palomi. Además, Ángel Crego quiso poner toda la carne en el asador dando entrada a Javi Borrego y después a Revilla, para formar un tridente en ataque junto con Palomi, pero había que cambiar muchas más cosas que las piezas y no dio el más mínimo resultado.
Víctor Abajo pudo adelantar, sin embargo, a los locales. Recibió el balón casi pisando escorado el área pequeña, pero cuando lanzó apareció en el último segundo un defensa visitante para enviar la pelota a córner. Fue cerca de un cuarto de hora en el que se comprimieron las mejores ocasiones de todo el partido, y los restantes 75 se los podían haber ahorrado. Aún hubo tiempo, eso sí, para que la Cebrereña desperdiciara en las botas de Mario Juez un claro mano a mano con Luceño, y para que Revilla estrellara un fuerte y lejano chutazo en la cruceta.
Incluso en la grada se produjo un incidente que refleja el estado de nerviosismo que atraviesa el entorno tormesino en los últimos partidos, pero el resto del público medió para que la sangre no llega al río. Después de este empate ninguno de los dos sale de la zona baja y seguirán en problemas, parece, hasta el final de la temporada.
Ficha técnica:
0 UD Santa Marta: Luceño; Gallego, Ángel, Fernando, Lolo; Víctor Abajo, Chamorro; Álex Toral (Javi Borrego, min. 46), Jorge (Dani, min. 85), Jaime (Revilla, min. 65); Palomi.
0 CyD Cebrereña: Yerais; Héctor, Franco, Abel, Ruba; Jota, Mario Hidalgo (Juanma, min. 88), Juan Carlos, Mario Juez (Javi Pérez, min. 85), Aitor; Terleira.
Árbitro: Rivera García, del colegio vallisoletano, amonestó a Ángel, Chamorro, Dani y Javi Borrego por el Santa Marta; y a Ruba, Jota, Franco y Mario Juez por la Cebrereña.
Incidencias: Encuentro disputado en el Alfonso San Casto ante unos 250 espectadores.
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