Los cinco conjuntos abulenses que militan en la regional juvenil afrontan este fin de semana el primer compromiso de la segunda vuelta del campeonato. Lo hacen ante contrarios que por unos u otros motivos se lo van a poner difícil. Tres equipos viajan fuera como hicieran en la jornada anterior; es el caso del Colegios Diocesanos, Milan Academy y Bosco de Arévalo. Dos vuelven a jugar en casa; se trata del Real Ávila y la Casa Social.

 

El ‘Dioce’, que se alzaba la pasada semana hasta el cuarto puesto con los mismos puntos que el segundo, quiere mantenerse arriba y no despegarse con los equipos que ahí se encuentran, entre ellos su próximo rival, Burgos Unión Deportiva, a cuyo feudo acuden a las 16:00 horas del sábado.
Un cuarto de hora antes y también el sábado 22 de enero, Milan Academy y Bosco de Arévalo se medirán al Quintanar Palacio B y La Charca, respectivamente. La salida es más complicada para el Bosco, dada la diferencia entre su situación en la tabla como penúltimo, con ocho puntos, y la del conjunto de Miranda de Ebro, que está séptimo con 19 puntos más. Los chicos entrenados por Jorge García Baños no acaban de coger el ritmo tras su vuelta a la categoría y lo tienen difícil para salir de su mala situación en esta jornada.
Por su parte, el conjunto milanista supera en diez puntos a su contrario segoviano, y a priori cuenta con posibilidades de puntuar en el Mariano Chocolate para salir de la racha negativa de las nueve últimas jornadas en las que únicamente ha sido capaz de sumar tres puntos.
La Casa Social buscará el sábado en Sancti Spíritu 2, a partir de las 18:00 horas, volver al buen camino anterior, quebrado la pasada semana por la derrota ante el líder. El conjunto de Borja Jiménez tiene un visitante que no se lo pondrá fácil como es el Unami con el que empató en tierras segovianas a dos en el partido inaugural del campeonato.
Más que difícil para conseguir su primer triunfo de la temporada lo tiene el Real Ávila que recibe el domingo por la mañana en El Seminario (12:00 h.) al todopoderoso líder Burgos Promesas 2000. Se trata de un duelo entre David y Goliat, donde se ven las caras el primero y el último. A los encarnados les queda el consuelo de poder sacar a relucir el orgullo y el amor propio, y ponérselo complicado a los jugadores burgaleses.
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