Segundo en la séptima etapa del 60 Tour de Guadalupe con el mismo tiempo que el ganador, Juan Pablo Wilches, Francisco Mancebo (Heraklion Kastro-Murcia) recuperó el liderato de la carrera gracias a los casi siete minutos que le metió al grupo principal en los 149 kilómetros que separan Bouillante y Capesterre. Después de la 8ª etapa, el maillot amarillo lo sigue ostentando el de Navaluenga, que hace dos jornadas lo había cedido ante el fuerte empuje del ídolo local Olivier Curier.
«Mis compañeros contribuyeron a que se rodara muy rápido durante los kilómetros iniciales previos al inicio del puerto de primera, que arrancaba en torno al kilómetro diez, antecedido de otro de segunda. Formamos un grupo de corredores muy fuertes y bien posicionados en la general, como eran los casos de Carene y Navas. Por detrás, hubo corredores que colaboraron con el líder (Curier) al quedarse solo en la ascensión. Preocupaba que desde la cima hasta la meta restaran todavía más de ciento treinta kilómetros de terreno bastante menos exigente que el inicial para recuperar el terreno perdido. De hecho, hubo unos kilómetros en los que las diferencias anduvieron en torno a los tres minutos, y la recuperación del liderato estaba en peligro. Mi compañero Héctor González hizo un gran trabajo conmigo para consolidar la ventaja del grupo de fugados. Pero cuando nos aproximábamos al último tercio del recorrido, los ataques empezaron a sucederse, y yo pasé a ser el blanco de los mismos. Tuve que implicarme muy de lleno, sobre todo en la vigilancia de Carene, que llegó a buscar aliarse a Mizurov cuando nos quedamos retrasados de entre el grupo de fugados«, explica Mancebo.
Mancebo, Carene y Mizurov dieron caza paulatinamente al resto de los integrantes del desgranado grupo de fugados, hasta que a falta de quince kilómetros para alcanzar la meta, eran anulados los dos últimos, Sánchez-Anzola y Navas. Entre ellos tampoco reinó un perfecto entendimiento, como era de esperar entre corredores que podía llegar a vestirse de líder. Aún así, se llegó agrupados a las calles de Capesterre. Pero Juan Pablo Vilches lograba arañar un segundo respecto a Mancebo, Carene y Mizurov.