Á.G.A. / Visto y no visto. Ese es el resumen de la estancia de Víctor Valdés como entrenador del Real Ávila, al que cabría adjudicarle el apelativo de ‘El Breve’. Haciendo realidad a lo que apuntaba el ex portero internacional ayer en la rueda de prensa, tras ser eliminado por el Cacereño en el playoffs de ascenso a Primera RFEF, no cumplirá la temporada próxima como entrenador del equipo para la que al parecer, se había comprometido.
Su marcha se ha conocido mediante un breve comunicado del Real Ávila, en el que se indica que “el entrenador Víctor Valdés no continuará en el club deseo por expreso”, según una carta enviada al club, de cuyo contenido no se conocen más detalles.
Un paso celérico de quien había sido el fichaje más mediático en la historia del centenario Real Ávila. Traído por el director deportivo Joan Farias para sustituir a dos jornadas del final de la liga regular a Miguel de la Fuente, con el club metido en puestos de playoffs, justificándose el cambio por parte de Farías porque el equipo necesitaba un repulsivo y cambiar el rumbo después de tres derrotas consecutivas, al antiguo guardameta solo le quedaba rematar el trabajo que se había realizado anteriormente.
Con alineaciones sorprendentes en los cuatro únicos partidos que dirigió, la primera parte del compromiso adquirido por Valdés -quedar entre los cinco primeros- la cumplió gracias a la victoria sobre el Compostela. Falló en el último partido en Pontevedra donde no se decidía nada. Se encarriló la primera eliminatoria de la fase de ascenso con una victoria sobre el Cacereño, viajando hasta el Príncipe Felipe con dos goles de ventaja, que se dilapidaron en tierras extremeñas ante casi mil aficionados del Real Ávila, que realizaron el esfuerzo de meterse en un día casi 500 kilómetros de viaje por carretera para apoyar a su equipo. El de L’Hospitalet de Llobregat, a diferencia de los jugadores de la plantilla que se fueron a saludar a los seguidores encarnados, rápidamente se metió en los vestuarios, haciendo un feo a la afición desplazada.
La noticia ha sido acogida con mucho malestar por parte de los incondicionales del Real Ávila, que no aciertan a comprender la decisión de Valdés, preguntándose “si habría dimitido en caso de que el equipo hubiera pasado a la eliminatoria final de ascenso”, ademas de echarle en cara su poca seriedad.
En la marcha del Real Ávila a Víctor Valdés le podría acompañar su valedor, Joan Farías, persona que no sabido ganarse el afecto de los seguidores encarnados. Tras la cabeza del proyecto deportivo de la temporada que acaba por finalizar, se irá gran parte de la plantilla, habiendo comenzado los rumores sobre fichajes de jugadores por otros equipos.
