@deportesavila / El piloto de Piedralaves, Víctor Rodríguez, tenía previsto debutar este año en el Campeonato del Mundo de Supersport 300. Sin embargo, la crisis sanitaria producida por el coronovirus le ha impedido hacerlo, teniendo como todos los deportistas que ejercitarse con las limitaciones que le impone el confinamiento.
A la espera de la fecha en la que podrá competir, ha concedido a Gonzalo Gogar una entrevista a El Periódico del Tiétar, que recogemos a continuación.
Víctor Rodríguez lleva doce años en el vértigo de la competición. Desde los ocho años y medio está rodando sobre el asfalto en pos del triunfo. Este 2020, su Pegaso, su caballo alado, será una Kawasaki Ninja 400, a lomos de la cual intentará encaramarse al podio del Campeonato del Mundo Supersport 300. Su equipo, el italiano 2R Racing. En 2018 fue campeón del BSB (Campeonato Británico de Velocidad) y subcampeón de la European Talent Cup.
Charlamos en una oficina a la que apenas llegan ruidos de motor ni olor a gasofa. Es el despacho de un prestigioso taller mecánico del Valle del Tiétar, la capilla de hombres que se ganan el pan con el sudor de sus guantes empapados de grasa. Paredes forradas con diplomas y archivadores. Un viejo mono de cuero azulado con cicatrices de asfalto luce pegatinas como galardones; una hace publicidad a su pueblo, Piedralaves. En una vitrina se exhibe la plata de las copas alzadas. En el móvil me mostrará las paredes de su casa. Parece la sala de trofeos del Bernabéu. Compruebo que le tiene estima Niké, la diosa de la victoria.
El Periódico del Tiétar dialoga con este joven piloto de motociclismo. Este centauro del asfalto no pesa más de cinco arrobas, no confunde la velocidad con el tocino. Sabe con Balzac que “la gloria es un veneno que hay que tomar en pequeñas dosis”.
Víctor Rodríguez Núñez, nació cuatro meses antes que el siglo XXI. Ese 2000, bisiesto, el pan y el periódico aún se pagaban con pesetas. Nacieron en España 205.596 varones y 192.036 mujeres, fue campeón de 500 cc -hoy MotoGP-, Kenny Roberts Jr, con una Suzuki.
Velocidad máxima a la que has puesto a tu máquina.
La moto3, a 230; y una 600, a 270 Km./h.
A quien te pregunte: Víctor, por qué corres, si pareces buen chico, y correr es de cobardes, ¿Qué le dices? ¿De qué huyes o qué buscas? ¿Huyes de la mediocridad? ¿Buscas la gloria?
No corro, monto en moto. Sí es verdad, correr es de cobardes. Y las dos cosas: huyo de la mediocridad y busco la gloria. Antes era un hobby… No soy como la mayoría de los chicos de mi edad que se conforman con otras cosas. Yo busco ser el mejor .Busco lo extraordinario. La gloria.
Un día en el que corres, ¿Cómo es para ti? ¿Qué rutinas o protocolos sigues antes y después de correr?
Depende cómo llegue a la carrera. Si en las previas he hecho “pole”, o buenos puestos, voy más confiado… Estoy tranquilo. Las cronos se me dan mal. Y hay fines de semana que no quiero correr. Y tenemos mil manías…
¿Piensas en alguien en especial antes de empezar a acelerar endemoniadamente? ¿Rezas?
Antes rezaba… No, me santiguaba. En la carrera de Montmeló, me santigüé dos veces. Y mi novia, sin ponernos de acuerdo. Pues di dos vueltas y me rompí el pie. Ya no me he vuelto a santiguar. Y si me caigo, los calcetines que lleve puestos ese día, ya no vuelven a la carrera.
¿Qué está más acelerado: tu corazón o tu moto?
El corazón. No eres consciente, pero tu corazón está a 160 pulsaciones. En el circuito Cadwell Park estaba a una media de 173 pulsaciones. He llegado a 180 pulsaciones.
¿Cómo recuerdas tu primera moto?
Horrible. Feísima. Una moto china de esas que sortean en los bingos de las fiestas y que nosotros compramos por 100 euros. Yo tenía 8 años. Ahora la recuerdo y era una mierda. Iba vestido con un traje de motocross que no tenía nada que ver.
¿Te influyó, te metió el veneno de la moto alguien en particular?
Nadie. Soy hiperactivo. Tenía que hacer algún deporte, y claro, el fútbol se me da fatal. Mis padres dijeron, pues venga: una moto para Víctor, y que se mueva.
De tu familia, ¿antes alguien había competido o simplemente tenía moto?
Mi padre tuvo una, medio año, y no sé si llegó a subir en ella siquiera.
¿Cómo fue la entrada en el mundo de la competición?
Muy curioso. Aquí, en Piedralaves, como, a los ocho años, andábamos con las motos para arriba y para abajo, pues nos regañaban los vecinos. Mis padres temieron que acabara interviniendo la policía. Así que decidieron llevarme a un circuito.. Al de Móstoles. Allí conocimos a otras familias que también tenían esta afición, y éstas nos dijeron que había otro circuito en Toledo. Fuimos a Toledo, conocíamos al dueño del circuito, Amador, y este hombre me vio correr y les dijo a mis padres “este chaval es muy bueno sobre la moto, déjale correr. Cómprale otra moto.” Ya era mi tercera moto. Y así fue. Eso fue en 2009 y conservamos la amistad, somos muy amigos. Suyos y de Keko, padre de Christian, que este chaval corre en 1.000. Ya te digo, somos íntimos. Son parte de mi familia ya.
Tu mejor virtud sobre la máquina y en qué deberías mejorar.
Tengo una gran capacidad para liderar los grupos. Se me dan bien las trazadas. Voy al límite. Pero no soy sucio, eso no, que los hay muy guarros dentro del circuito. Y mejorar, ser más receptivo a las indicaciones de entrenadores. Pero es que soy muy cabezón, muy testarudo.
Circuitos y ciudades en los que has corrido.
En infinidad de circuitos “pequeños”, y en los más grandes. En España: en Cheste, en Jerez, en Montmeló y en Alcañiz. Y en el Jarama he entrenado dos veces. Y fuera: en Assen (Holanda), Donnington y Silverstone (Inglaterra) y en Estoril y Portimao (Portugal). Y este año he ido a entrenar a Italia.
¿Recuerdas el número de carreras en los que has competido?
No me acuerdo. En muchas. Mira, en 2011, por ejemplo, con 11 años, corrí en 8 campeonatos y fui campeón en 6, segundo quedé en una y tercero en otra.
Tu circuito favorito y en el que sueñas correr.
Mi circuito favorito, Assen.Y me gustaría correr en el Red Bull Ring de Austria.
La moto a la que más cariño has cogido es… ¿Las pones nombres?
No las pongo nombres, pero sí las hablo. A la que más cariño tengo es a una de 2013, una Honda RS 125GP y una Honda CRF 150, que preparó mi padre.
Lo más hermoso y lo más triste o duro de este oficio es….
La victoria. Subirte al podio, bah, no es lo mejor. Es cuando te bajas y ves allí a la gente abrazada y feliz, celebrando… Buaff … Eso es inenarrable. Y lo más triste: el dinero. Hay que pagar por todo. Gente con muchísimo talento, se queda en la cuneta, por falta de dinero. Eso es lo más triste.
¿Cuánto dinero hace falta para subirse a una moto de competición? ¿Quién lo pone?
Muchísimo. En Moto3, el año pasado yo no corrí, los que lo hicieron, compañeros míos, se pagaron 180.000 y 200.000 euros por la temporada. Sólo ganas dinero en el mundial y no todo el mundo. Los hoteles, viajes, licencias…, depende de los equipos y los contratos. Normalmente lo costeas tú. Por ejemplo: 200.000 euros por correr, más 10 o 15.000 en viajes y hoteles. La comida, aparte. Las inscripciones, depende del contrato con el equipo, y las licencias siempre las pagamos nosotros. Y son un pastizal. Estamos hablando de que tenemos que sacar licencia nacional (Castilla y León, Castilla-La Mancha,…), después la internacional y, por último, una que se llama Interopen, que si no la sacas, cada vez que hagamos un entreno fuera de España, hay que pagar 50 euros. Al final de año, se acumulan muchos entrenos fuera de España. Hasta que fui subcampeón de Europa, nunca había recibido un premio económico. No todo el mundo sabe que las empresas que patrocinan, tienen ventajas fiscales. Si alguien está interesado, les podemos dar correo o información al respecto.
¿Sigues alguna dieta especial de comida, o necesitas llevar vida de fraile para estar en forma? ¿Hay que vigilar el peso?
Tengo un metabolismo increíble. Llevo un lastre de 8 kilos de menos. Debería engordar.
Tu mejor y tu peor momento en la vida de piloto de motociclismo.
El mejor momento es cuando ganas. Y el peor, no son los huesos rotos, que tengo muchos fracturados. Lo peor es, como el año pasado, no poder correr por falta de dinero.
¿Qué consejo le darías a un adolescente que pretenda imitarte y empezar a correr?
Que lo haga en un circuito. Y que tenga cabeza y pasta, mucha pasta.
¿Dónde has puesto tu meta? ¿Hasta dónde quieres llegar en el mundo de las motos?
Mi meta la he puesto en ser campeón del mundo de MotoGP.
¿A quién te gustaría parecerte y con quién, como rival, te gustaría disputar un título?
Mi ídolo es Álvaro Bautista. Este año entrenamos juntos. Y me gustaría disputar un título a Márquez.
¿Cómo son tus entrenamientos?
¿Entrenamientos? Ahora, a las seis de la mañana, en ayunas, hago ejercicios de intervalos. Es una hora de físico y mental, concentración. Y por la tarde dos horas. Con Bautista hice un entreno con casco y ventosas para controlarte al máximo.
¿Próxima carrera?
No está segura aún. Puede que en junio, en Inglaterra. Ya veremos… Ahora, más que de los patrocinadores que pongan la pasta, de los gigantes del dinero, todo depende de un bichito de tamaño tan ínfimo que cabrían diez mil en el vientre de una pulga.
En El Periódico del Tiétar, mientras tanto, para que Víctor Rodríguez pueda seguir su estela de campeón, rezamos esperanzados a Yahvé, que en hebreo significa “el que subsiste por su cuenta”.