@deportesavila / El pasado domingo 13 de noviembre, Nohelia Robles se desplazaba a Urrez (Burgos) para participar en la primera edición del Canitrail Demanda Xtreme, que contaba con dos recorridos, uno largo de 13 km. y 600 m. de desnivel, y otro corto de 7 km. y 300 m. de desnivel, eligiendo este último dado que “no estábamos entrenados para este tipo de carrera”, comenta la deportista abulense.
Nohelia decidió hacerlo con el cachorro Gisli, pese a que había entrenado para la categoría DS1, “sabiendo que al perder ritmo podía salir desmotivada, pero quería disfrutar con él, y así lo hicimos”.
Casi un centenar de corredores salieron entre el recorrido corto y el largo. “Cuando vi el perfil me di cuenta que no lo íbamos a tener fácil, mucho desnivel y bastantes kilómetros más de los que estábamos entrenando, pero aun así nos lanzamos a disfrutar y a sufrir en ese bonito paisaje”, señala la integrante del MusherCross Viking.
“Los dos primeros kilómetros fueron bastante bien hasta que vimos que no podíamos seguir corriendo por la subida que se nos avecinaba”, continúa relatando la abulense, añadiendo que “esos dos kilómetros primeros eran preciosos, cruzando riachuelos, saltando por encima de troncos caídos”. Pese a ello, “ahí íbamos, sin que nos adelantaran, manteniendo el puesto, un bosque precioso que poco a poco iba picando”.
“La subida andando fue un poco desmotivada para Gisli, esperando a veces a los perrines que venían detrás. Nos esperamos a pasar algunos corredores. Aun así, llegamos arriba, pero en el kilómetro 3,7… ¡la sorpresa! Un avituallamiento donde decidí parar un poquito a beber agua, tanto él como yo, y coger fuerza para el descenso. Ahí es donde yo iba a fallar… Poco segura de la pisada, de que se me resintieran los aquiles por la lesión crónica que llevo arrastrando desde hace casi cuatro años, de la fuerza a la que tira Gisli y el gran ritmo que lleva en las bajadas”, indica Nohelia Robles
“Me costaba dejarme llevar por él, reteniendo mucho y retrasando el ritmo, con larga bajada por un senderín precioso, pero dejando llegar al final y encontrar alguna subidina o llano para que Gisli fuera más suelto y yo más segura. Así fue. Nos llega ya nuestro momento hasta casi la llegada a meta, por una trocha de un kilómetro en llano que nos dio un poco de desahogo. Solo quedaban los últimos metros hasta llegar a Urrez, con una rampa de pocos metros, pero Gisli se despistó por el público y una pequeña recta tras la que por fin pisamos la línea de meta”, relata la musher abulense.
Para Nohelia el recorrido con su perro no se le hizo nada largo. “Sufrimos más en la bajada que en la subida, pero para ser nuestro primer canitrail, creo que no lo hicimos muy mal. La sorpresa fue el tercer puesto en femenina absoluta”, asegura, dando las “gracias a mi vikingo, que aunque no esté entrenando para ello lo hizo genial”.
Para el próximo fin de semana, Nohelia Robles se desplazará, junto a más mushers del Club MusherCross Viking, a El Guijo (Córdoba), donde les esperan 4,8 kilómetros en DSI. Lo hará con Gisli (scooter 1 perro) y en DCWV con Sköll (canicross). Yika y Alejandra correrán en DBW (bikejöring) y Morientes y Jaime en DCM (canicross).