@deportesavila / El futbolista abulense del Osasuna, Rubén Peña, ha concedido una entrevista a Diario de Navarra en la que cuenta el calvario que ha padecido, estando fuera de los terrenos de juego durante parte de la temporada.

Reconoce que lo que le ha pasado “puede ser mi culpa” porque empezó jugando “fuera de forma” y luego tuvo “unas molestias”. Le faltaba ritmo debido al “cambio de club, los parones, la lesión del año pasado de clavícula…”. “Acabé jugando pero llegó el Mundial”. Después de su celebración, el 5 de enero caía lesionado del cuádriceps en el encuentro de Copa que disputó frente al Tarragona.

En principio iban a ser cinco o seis semanas de baja pero al final fueron tres meses ausente. “Fue un momento difícil, más de lo que la gente pueda pensar. Una lucha conmigo constantemente, con pensamientos negativos. A la vez intentaba sacar lo mejor de mí, que en el día a día no se me notase con los compañeros. Sé que tenía que aportar mucho por lo que había en juego. Nos precipitamos por querer llegar antes de lo debido. Las sensaciones eran buenas, a raíz de la tercera semana”, señala Rubén Peña.

El caso es que la rotura que padecía se fue agrandando sin él saberlo porque “no se le dio la importancia que tenía”. Después de siete semanas de baja pidió que le hicieran pruebas, descubriendo que tenía sangre que tuvieron que quitarle, además de observar que la rotura era más grande que al principio. La lesión era más importante que lo que se pensaba.

Decidió acudir a José Vilariño para recibir un tratamiento complementario exterior al que realizaba con el club. “A partir de ahí, comencé a dar pasos avanzados y firmes” y “lo que podía haber sido cuatro meses perfectamente se convirtieron en tres”. Tuvo el respaldo del médico, los readaptadores y los fisios del Osasuna. “La gente no se podrá hacer una idea de cómo ha sido esa recuperación”, señala el ex del Villarreal.

Cuando empieza a ver la luz habían pasado ya ocho semanas. Quiso pensar en positivo como si no hubiera pasado antes y comenzó “a ir al gimnasio y trabajar fuerte”. Por fin regresaba a los terrenos de juego y “desde que he vuelto, me estoy encontrando mejor que en mis años anteriores”, comenta Rubén Peña, añadiendo que “mi estado físico es cada vez mejor. Iré a más”.

Tengo muchas ganas de seguir avanzando la temporada y de ponerme manos a la obra para la siguiente”. Y olvidar el tiempo en que “llegas a casa y estás cabizbajo. Hay momentos de querer llorar y pensar por qué a mí. Te sientes como que todo te pasa a ti y te das con el látigo”, sacando lo positivo de la experiencia vivida. “Lo mejor es que en este tiempo he vuelto a crecer y madurar… En la vida hay peores palos que nuestras lesiones. Desafortunado es el que no llega a fin de mes o tiene una desgracia familiar”, concluye.

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