Rayo Abulense: un cierre con sentimientos encontrados

@deportesavila / El domingo marcó el final de una temporada llena de desafíos y esfuerzos, un día en el que el equipo del Rayo Abulense buscaba regalar una alegría a todos sus aficionados que, fieles, le acompañan cada domingo sin excepción. Sin embargo, las circunstancias no permitieron que el resultado reflejara el espíritu de lucha y entrega que siempre caracteriza a los rayistas, quienes cayeron ante el tercer clasificado, Turégano.

La jornada comenzó con una gran dificultad: la convocatoria. Por diversos motivos, el Rayo solo logró presentar un equipo con 13 jugadores, una cifra que condicionó el desarrollo del partido y que evidenció las limitaciones físicas y anímicas con las que afrontó el encuentro. A pesar de ello, los amarillos saltaron al campo con la intención de dar lo mejor de sí mismos.

Desde el inicio, quedó patente que no sería un partido fácil. Como en muchas ocasiones anteriores, los primeros minutos resultaron decisivos. La intensidad del rival, que salió con mucha fuerza a pesar de no jugarse nada en la clasificación, sorprendió a los locales. No lograron mantener la concentración y la intensidad necesarias, y esto se tradujo en la rapidez con que se adelantaba el equipo contrario, que no vino a pasearse en Ávila.

A los seis minutos, en un saque de esquina, un fallo en las marcas costó caro al Rayo Abulense. El contrario, en línea de gol y sin oposición, remató con precisión y por medio de Morata puso el 0-1 en el marcador. La situación se complicó aún más en el minuto 29, cuando tras una falta lateral, conseguía el visitante Cotrina rematar con un cabezazo potente en el primer palo, que entró con fuerza en la portería, subiendo el 0-2 al marcador. En ese momento, el mejor jugador en el campo bálense fue el portero, Kuki, quien realizó varias intervenciones que mantuvieron viva la esperanza.

CARLOS YUSTE MARCA EL ÚLTIMO GOL RAYISTA EN REGIONAL

Pese a las dificultades, el equipo local no se rindió. En la recta final de la primera parte, en el minuto 39, un balón largo encontró a Carlos Yuste, que pudo acortar distancias con un disparo preciso, dejando el marcador en 1-2 y dando cierta esperanza para la segunda mitad.

En el descanso, el Rayo Abulense invitó a todos sus fieles seguidores a un pincho, como muestra de agradecimiento por su apoyo incondicional. La segunda parte fue mucho mejor en términos de actitud y control, con el equipo dominando el juego y generando varias oportunidades claras para igualar. Marco Lastras, Alonso, Moha y Pablo García tuvieron en sus botas la posibilidad de poner el empate en el marcador, pero la fortuna y la puntería no estuvieron de su lado esta vez.

Pese a no lograr el empate, la segunda parte dejó un buen sabor de boca, demostrando que con adversidades incluidas, el espíritu rayista nunca muere. La temporada ha sido especialmente dura: partidos en sábado, largos desplazamientos, lesiones, impedimentos laborales… Todo ello ha obligado al conjunto abulense a acudir a muchas convocatorias con solo 12 ó 13 jugadores, dificultando la competencia contra equipos que, en mayor medida, contaban con plantillas más amplias y descansadas.

Al finalizar el encuentro, el Rayo Abulense quiso honrar a su gran capitán, Pablo García, quien se despide de la competición. Le hizo un merecido homenaje y compartieron una emotiva foto de familia junto a todos los aficionados, quienes han sido el pilar fundamental en este camino.

Ahora, con la mente puesta en un futuro más prometedor, el club de la capital se tomará un merecido descanso para planificar con calma y paciencia la próxima temporada en categoría provincial. Su objetivo es claro: construir un proyecto sólido que les lleve, en el próximo curso, a luchar por el ascenso.