Isabel Barroso / Hay victorias que se miden en segundos… y otras que se ganan con años de perseverancia. Durante muchos, su nombre había estado siempre entre los mejores. Segundo, tercero, siempre cerca, siempre rozando la gloria. Pero esta vez, Javier Jiménez rompió todos los pronósticos y se hizo justicia a sí mismo. El piloto abulense, junto a Oliver Arnau y al volante de su Porsche 991.2 GT3, se proclamó campeón del XXXI Rally Diputación de Ávila, conquistando al fin una victoria que llevaba demasiado tiempo persiguiendo tras haber sido segundo muchas veces.

🏁 El regreso del rugido a las carreteras abulenses

La Escudería Gredos hizo posible lo que muchos temían perdido: el regreso del Rally Diputación de Ávila tras un año de parón. La cita, puntuable para los Campeonatos de Castilla y León y Madrid de Rallyes de Asfalto, volvió a llenar las carreteras de Cebreros, San Bartolomé de Pinares y El Boquerón de pasión por el motor.

La prueba contó con tres secciones y seis tramos cronometrados: Arrebatacapas (TC1, TC3 y TC5) con 15,6 km y El Boquerón (TC2, TC4 y TC6) con 15,4 km.

Desde el primer tramo, Jiménez impuso su ley. Su pilotaje agresivo pero controlado le permitió cerrar la primera sección como líder, con más de 30 segundos de ventaja sobre Alberto San Segundo y Alberto Monarriz. En los tramos de la tarde, con el asfalto más técnico, Jiménez supo mantener la distancia para acabar sellando la victoria con autoridad.

Clasificación general:

1️⃣ Javier Jiménez – Oliver Arnau (Porsche 991 GT3) – 48:48,540
2️⃣ Alberto San Segundo – Eva Navas (Volkswagen Polo) – 49:27,771
3️⃣ Alberto Monarriz – Diego San Juan (Opel Adam r2) – 49:40,792
4️⃣ Alberto Carrera – Alejandro Noriega (Toyota Yaris n5) – 50:23,416
5️⃣ Iñaki Echevarría – Álvaro Castro (Peugeot 208 vti r2) – 51:54,342

🚗 Nunca es tarde si la dicha es buena

Para Javier Jiménez, esta victoria es mucho más que un trofeo. Es la recompensa a años de perseverancia. Durante varias ediciones, el piloto abulense se quedó a las puertas con su Ferrari 360, condicionado por la lluvia o por la superior potencia de sus rivales. Pero esta vez, con el Porsche 991.2 GT3, todo encajó.

He sido segundo varias veces, y lo peor es cuando te quedas a 15 segundos de la victoria. Pero en los rallies todo puede pasar. Esta vez lo he tenido claro desde el primer tramo: había que ir a por todas, sin pensar en los fantasmas del pasado”, contaba con una sonrisa.

El piloto dedicó su victoria “a toda la afición abulense que nunca ha dejado de apoyar el rally” y a su equipo, “que ha hecho un trabajo impecable para que el coche estuviera perfecto en todo momento”.

⚙️ Seguridad, emoción y espíritu de equipo

El regreso del rally también estuvo marcado por la profesionalidad de la organización por la rápida intervención de los servicios de emergencia y el dispositivo de seguridad desplegado. Un accidente sin consecuencias graves en uno de los tramos de Arrebatacapas del Porsche 997 de Abraham Cabrera y Aitor Ríos, recordó la importancia de la seguridad en este deporte de riesgo.

La afición, por su parte, respondió como en los mejores años. Cientos de personas se repartieron por las curvas del recorrido para animar a los pilotos, en una jornada que devolvió al motor abulense el brillo que nunca debió perder.

🏆 El triunfo de un sueño

El XXXI Rally Diputación de Ávila fue, más allá de la competición, una reivindicación del espíritu del automovilismo abulense. Un evento que combina tradición, técnica y pasión por el motor. Y en esta edición, con un nombre propio grabado con letras de oro: Javier Jiménez, el campeón que nunca dejó de creer.

Ganar en casa, en el rally que más me ha hecho sufrir y disfrutar, es algo que no se olvida”, concluyó el piloto, mientras su Porsche descansaba en el parque cerrado, todavía con el eco del rugido que, por fin, lo llevó a lo más alto del podio.

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