Los pescadores dan la espalda al ‘tasazo’ de la trucha

Iñigo Arrúe – El Mundo / Trucha sí, pero no a cualquier precio. Si la temporada de pesca 2012 en Castilla y León estuvo marcada de forma negativa por la retirada de dos especies pescables –hucho (las primeras semanas) y trucha arco iris–, la presente campaña ha empezado aún peor, como consecuencia de la fuerte subida de las tasas de los cotos y la consiguiente espantada de los pescadores.

Un incremento que oscila entre el 80% en algunos casos y supera el 100% en varios (ver gráfico). Si la obtención de la licencia de pesca pasa de 8,85 euros a 15 –en el caso de extranjeros que no son de la UE, de 25,95 a 50 euros– el incremento en los permisos de cotos de salmónidos se lleva la palma, al pasar de 9,40 a 20 euros.
A la vista de estas nuevas tarifas, los pescadores han dicho basta, como se puede observar en la drástica caída en la asignación de cotos por sorteo. Salvo el cotizado coto del hucho (Salamanca)y los contados emblemáticos de trucha en León, Burgos, Palencia y Ávila, el resto es prácticamente terreno virgen.
Mientras el Servicio de Caza y Pesca de la Junta se remite al mes de marzo para realizar el balance real de adjudicación de cotos –el pago de las solicitudes se puede realizar hasta el 1 de marzo–, las asociaciones de pescadores afirman que los cotos ya cubiertos no pasan de la mitad, cuando el plazo de adjudicación directa, activado el 9 de enero, está finalizado desde el 28 del mismo mes.
Fuentes de la Federación de Pesca y Casting de Castilla y León indicaron que si el pasado año la adjudicación directa llegó al 65%, este año se mueve en un 50%.
Otras asociaciones de pescadores de Salamanca y León, muy críticas con la «pasividad» de la Junta en la mejora de los accesos a cotos, en la escasez de guardería y en la lucha contra los cormoranes, cifran en un 40% los cotos adjudicados, un porcentaje muy bajo para los intereses del Gobierno regional.
Medio ambiente
La Consejería de Hacienda ha explicado que la subida de tasas en caza y pesca en 2013 obedece a la necesidad de incorporar un nuevo concepto en el pago. Antes se abonaba una tasa por la gestión administrativa. Ahora, al precio por la burocracia, se suma otro porcentaje de tasa por la gestión medioambiental. «La recaudación ayudará a la financiación de los programas medioambientales autonómicos», asegura el departamento de Pilar del Olmo.
La realidad es que la gran mayoría de los más de 180.000 pescadorescon licencia de la Comunidad no está por la labor de dejar mucho dinero en caja. El «tasazo» de la trucha ha sido la gota que ha colmado el vaso, ya que la práctica de la pesca lleva años laminada por múltiples factores.
El prohibitivo precio del combustible, que ha llegado en 2013 a su techo histórico, es otro factor negativo para las salidas al río.
Igualmente ha calado con fuerza entre los pescadores el convencimiento de que es muy mal negocio quedar atado a una fecha determinada de un coto, solo por haber pagado la tasa. Que es mejor jugársela con los tramos libres.
Y no solo porque las posibilidades de pesca son remotas en la mayoría de los casos. Sobre todo, porque nadie tiene asegurado que en ese día, a tres meses vista, no surja algún imprevisto; que sea lluvioso o con viento, que hayan abierto un embalse o que el río baje con poca agua. Y, claro, lo abonado, en la caja queda.
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