@deportesavila / El Juez Disciplinario Único para competiciones no profesionales de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en el día de ayer ha impuesto una multa de 1.000 euros al Real Ávila como consecuencia del acta elaborada por el colegiado asturiano Leandro Carbajales Gómez, por el que señalaba que al finalizar el partido de Segunda Federación del pasado domingo en el Estadio Adolfo Suárez el jugador del Bergantiños, Omar Ouhdadi, recibió insultos racistas de un grupo de aficionados, que le llamaron reiteradamente “puto moro de mierda”.

Al club encarnado se le sanciona en base al artículo 114 del Código Disciplinario de la RFEF “por pasividad en la represión de conductas xenófobas, procediendo la imposición de la sanción en grado mínimo atendiendo a las circunstancias”. La horquilla de las multas pecuniarias va de 500 a 6.000 euros.

En virtud del citado precepto, la infracción cometida es de carácter grave  y se sanciona por “la pasividad de las conductas violentas, xenófobas e intolerantes y de las conductas descritas en el artículo 70”. Estas últimas se refieren a “actos o conductas contrarias a la tolerancia y el respeto que… supongan un mensaje, degradante vejatorio, irreverente, malsonante o insultante hacia el club rival y sus integrantes, aficiones, árbitro/as y asistentes/as y en general contra cualquier persona o colectivo que participe directa o indirectamente en el partido o competición de que se trate y contra cualesquiera de los miembros de la organización federativa”.

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