Tras haber sufrido en días anteriores diversas denuncias por parte de grupos ecologistas para que no se celebrase por invadir espacios naturales protegidos, el I Raid Villa de Piedralaves no ha visto al final la luz, no como consecuencia de dichas denuncias, sino resultado de diversas acciones que han boicoteado su celebración tanto el sábado como el domingo.
En esas fechas y en particular en la jornada de ayer, se dio la salida a los participantes después de tener que retrasarla durante una hora debido a cambios de señalización o dar un aviso falso de incendio. Una vez subsanado el problema por la organización, el tránsito de vehículos se vio dificultado porque las señales volvieron a ser cambiadas en 20 de los 80 kilómetros del recorrido, lo que provocó la desorientación y pérdida de los pilotos e incluso se produjo un accidente de uno de ellos, cayendo con su vehículo por un barranco de unos 60 metros de altura, necesitando ser rescatado por efectivos de protección civil.
Ante estos sucesos y en evitación de males mayores, la organización decidió suspender la prueba, que contaba con “todos los permisos oportunos” y la colaboración de “ayuntamientos y Fuerzas de Seguridad”, según el director del Motoclub “Más carreras=Más afición”, Carlos Avendaño, que agradecido su ayuda, en especial tras el percance sufrido por uno de los motoristas.
El organizador de la prueba ha acusado de manera directa a dos personas de «provocar» que el participante cayera por el barranco, aunque, «no ocurrió más de lo que podía haber ocurrido», porque unas zarzas le sujetaron en la caída con el resultado de «una lesión en elhombro».
Protección Civil se encargó del rescate, aunque la demanda se interpuso ante la Guardia Civil. Una de las personas que ocupaba uno de los puntos de control, en la parte baja del circuito, también denunció cómo «dos personas» le había golpeado en un ojo y en la boca, según han explicado desde Aventuras Animadas, empresa colaboradora en la organización.
Espacio protegido
La Plataforma para la Defensa de la Dehesa Boyal de Piedralaves, una de las organizaciones ecologistas que recabaron más de 2.000 firmas contra la prueba, ha lamentado «enormemente» los incidentes
ocurridos y espera el esclarecimiento de lo acaecido.
La asociación ha aclarado que su oposición al raid se ha desarrollado, «únicamente, por la vía burocrática», dado que «la prueba iba a celebrarse en un espacio protegido, incluido en la Red Natura 2000». Y ha asegurado que no han animado a nadie a realizar ninguna acción violenta.
Las pérdidas ocasionadas por lo sucedido en la prueba, en la que había inscritos 40 participantes, pero que contó con 32 al final, ascienden a unos 20.000 euros.
