Carlos Soria se encuentra en dirección al campo base de la Expedición BBVA que intenta conquistar el Dhaulagiri. Algún inconveniente le ha surgido en el camino con los porteadores del material aunque la mayoría de éste viaja en helicóptero. Y es que el grupo de porteadores que le acompañan “han sido muy lentos”, afirma en su diario el alpinista abulense.

Nosotros hemos tardado unas cinco horas yendo tranquilos, pero el problema es que las dos etapas que nos quedan son más complicadas, y en ambas se pasa por encima de los 5.000 metros”, comenta el veterano montañero. “He observado últimamente que, como hay más carreteras en Nepal gracias al progreso, el oficio de porteador se está perdiendo. Son cada vez menos los que son profesionales, y hoy en día la mayoría viven en Katmandú, donde se dedican a otra cosa. Eso hace que, cuanto tienen que trabajar para una expedición, sufran más de la cuenta sin aclimatar y provoquen momentos peligrosos. Veremos cómo se nos dan los próximos dos días, pero me temo que los viejos tiempos, al menos en este sentido, ya no van a volver”, prevé Soria.

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