El Faro de Guadarrama / Carlos Soria sale mañana de Barajas rumbo a Katmandú, la capital de Nepal. Esta vez su expedición primaveral es un doble reto: intentar la conquista del Annapurna y el Dhaulagiri, dos de los tres ochomiles que le quedan -el otro es el Shisha Pangma principal-, para completar el reto de los 14 y erigirse en el ser humano de más edad que lo consigue. El montañero abulense afincado en Moralzarzal, que cumplió 76 años el pasado 5 de febrero, rebaja las proporciones del reto que afronta recordando que “cuando cumplí 60 años fui a subir tres montañas, pero no lo logré”.
Soria ahora considera que “es muy difícil poder hacer las dos y es muy fácil que vengamos sin haber hecho ninguna. Pero también estamos en condiciones de poder hacer las dos. Vamos muy pronto al Annapurna porque es la montaña más peligrosa que existe. Yo ya he estado en ella y sé de qué va, porque allí lo he pasado mal. Creemos que más pronto puede ser un poco más segura y además podemos tener también la oportunidad de luego poder ir al Dhaulagiri, que es un sueño”.
Carlos Soria se refiere al intento abortado en 2012, cuando la carga de nieve en el Annapurna provocó tres avalanchas. Una de ellas, en el Campo 3, puso en peligro la integridad de la expedición y derivó en pérdidas importantes de material. Sobre esa experiencia, Soria ha acordado con su equipo -el escalador y geólogo, Sito Carcavilla, el médico Carlos Martínez, y los cámaras de altura, Dani Salas y Luis Miguel López- introducir algunos cambios en la ruta a la cima, como elevar a 6.700 metros la ubicación del Campo 3 y realizar una variante de la Ruta Francesa, escorándose a la izquierda de la montaña que, con un 38% de siniestralidad, pasa por ser la más peligrosa del mundo. “No es de las más difíciles, pero sí es la más peligrosa”, aclara. Tal es así que en 2008, uno de los mejores escaladores españoles de todos los tiempos, Iñaki Ochoa de Olza, perdió la vida en sus laderas.
El plan de la Expedición BBVA pasa por realizar un treking de diez días por el Valle del Khumbu y pasar tres días en la aldea tibetana de Sama Gaon, donde Carlos Soria colabora desde hace años en la equipación de una escuela.
Hacia los días 5 y 6 de marzo comenzará la verdadera aventura, con la llegada al Campo Base del Annapurna, a 4.200 metros. “Al ser el más bajo de los ochomiles, hará que nos desgastemos menos”, precisa cuando se le pregunta por el desgaste de afrontar de seguido el Dhaulagiri, montaña sobre la que va a realizar su quinto intento. Entre una y otra hay aproximadamente 34 kilómetros, marcados por el cañón de Kali Gandaki, el más profundo de la Tierra. Carlos Soria tiene previsto hacer ese trayecto en helicóptero, si todo va bien, en la primera quicena de abril y tras coronar el Annapurna.
Hace unas semanas apuntó en la revista Desnivel que “vamos a mandar antes a un sherpa a la zona del Dhaulagiri, para que tenga preparado el campo 1 y para que podamos tener comunicación con él para ver cómo están las cosas en un sitio y en otro”.
La logística de la expedición, con un total de 2.500 kilos de material, incluye 1.500 metros de cuerda fija, 12 tiendas para el campo base y 14 para los campos de altura. Entre estas últimas, habrá una destinada a las comunicaciones, dotada con un sistema de carga solar y un generador. El cámara de altura serrano y director de la productora Dokumalia, Dani Salas, estará al frente del operativo, como sucedió en la expedición al Kangchenjunga.