La Expedición BBVA se enfrenta a la penúltima etapa de la ascensión a la cumbre en medio de la incertidumbre por el viento y la nieve
La Expedición BBVA al Annapurna, liderada por el alpinista de 73 años Carlos Soria, ha alcanzado los 6.400 metros de altura del campo 3 de la montañan nepalí, después de una noche llena de incertidumbre debido a que algunas previsiones meteorológicas siguen pronosticando vientos muy fuerte en la cumbre para los próximos días, a 8.091 metros. Además, en las últimas horas, se ha producido una fortísima nevada de varias horas sobre el campamento en el que descansan los montañeros, lo que pone en duda que mañana puedan acometer la siguiente etapa, pese a que sus planes siguen en marcha.
Hasta última hora de ayer, Carlos Soria mantenía su duda sobre si descender de nuevo al campo 2, y esperar una nueva ventana de buen tiempo, previsiblemente para la semana que viene. No obstante, el cielo despejado al amanecer hizo que los expedicionarios continuaran con su ascensión hasta el campo 3, atravesando la zona de mayor riesgo de avalanchas de todo el recorrido.
«En un momento dado pensé que era mejor que nos bajáramos, pero al levantarnos esta mañana y ver el buen tiempo, nos hemos animado a seguir. El tiempo ha sido muy bueno durante toda la subida hasta el campo 3, aunque estamos muy cansados. Hay algunos tramos prácticamente verticales en el espolón que marca la ruta alemana, que es la que estamos siguiendo«, ha explicado por radio Carlos Soria. «Ahora vamos a descansar, hacer agua, comer algo e hidratarnos, porque hacia tanto frío subiendo que se me ha congelado el agua que llevaba y hemos bebido muy poco«. El tramo de mayor riesgo de avalanchas, que han dejado atrás a primera hora de la mañana, ha durado unos 20 minutos, según palabras de Tente Lagunilla, compañero de Carlos Soria.
Si la cantidad de nieve lo permite, mañana está previsto que Carlos Soria acometa la penúltima etapa antes de llegar a la cumbre: la ascensión hasta el campo 4, a unos 7.400 metros de altura. En él el montañero abulense no pernoctará, sino que descansará unas horas para iniciar el asalto final a la cima a partir de la medianoche. La llegada a la cumbre del Annapurna, considerada la montaña más peligrosa del mundo por su elevado índice de mortalidad, podría producirse entre las 8 y las 10 de la mañana, hora local nepalí.