ISABEL FERRERO / Según el entrenador encarnado, Miguel de la Fuente, el partido frente al Numancia había sido “un poco raro”. A su juicio, la expulsión de Álex Moreno mediatizó el choque, después de que el Real Ávila encajase el primer gol de una forma previsible. Hasta entonces “no estábamos mal pero nos estaban faltando cosas”.
Señala el técnico vallisoletano que en la expulsión “nuestro jugador no vio al rival” y se produjo condicionada a tres cosas. La primera es porque “Sanchidrián es bajito, muy majete, pero bajito”. La segunda porque “la jugada es al lado del banquillo suyo”. Y la tercera que la acción “es aparatosa porque hay sangre”. “Entonces se dan los tres condicionantes para que pueda ser tarjeta roja aunque no me voy a quejar, es una interpretación del árbitro. La jugada es más error de nuestro jugador, error que no le volverá a pasar”.
Con uno menos, De la Fuente” les dijo a sus jugadores que “la mejor forma de intentar ir a por el partido era tener el balón, ser más valientes y que ellos tuvieran que salir a la presión. Nos pusimos con línea de tres en defensa. Por momentos conseguimos aquello que queríamos la gente de fuera, que el público se pusiera un poco nervioso con el dominio nuestro con uno menos”.
Pero cuando estaba el partido como quería el entrenador visitante, “llegar al minuto 75 metiendo velocidad arriba y jugar con los nervios del Numancia”, vino”un gol raro y ahí se acabó. No podíamos más. Teníamos miedo de las tarjetas y de las lesiones”.
“En los momentos de duda es cuando encajamos los golpes, las cuatro cosas que han pasado en el partido: los goles, la expulsión y la lesión de Mario Rivas”, resume Miguel de la Fuente el desarrollo del encuentro. “Hoy el equipo tuvo miedo a perder y no estamos en esa situación. Nos hemos ganado el derecho de que con la ventaja que tenemos poder salir a todos los campos y jugar de tú a tú pero nos falta experiencia porque muchos jugadores vienen de una categoría inferior. Ahora tenemos que ser mejor equipo que a las seis de la tarde y con tranquilidad, salir reforzados y aprender de los errores”, concluye.
