Isabel Ferrero / El Real Ávila se quedó con la miel en los labios en el Estadio Adolfo Suárez, al ver cómo se le escapaban dos puntos en el último suspiro ante el Real Oviedo Vetusta, en un duelo que terminó en empáte a uno tras un enorme esfuerzo colectivo de los encarnados. El técnico Marc García, visiblemente contrariado, no ocultó su frustración tras el pitido final: “Ahora mismo estoy muy cabreado y al mismo tiempo triste, porque creo que el esfuerzo de los jugadores ha sido titánico. Hemos hecho el mejor partido de la temporada en fase defensiva ante un equipo con una capacidad ofensiva brutal ”.
El entrenador abulense insistió en que el equipo había sabido controlar a un rival poderoso, hasta que el empate en el descuento cambió por completo la sensación del partido: “En ningún momento llegué a plantearme un escenario en el que nos empataran. Habíamos controlado el juego, no pasaban cosas y defendíamos muy bien. Es muy difícil ir ganando a un equipo que va tan arriba y que no te genere peligro”.
Un plan táctico trabajado y eficaz
García explicó la hoja de ruta diseñada para contener al filial oviedista, alternando sistemas según la posesión: “Sin balón mutábamos del 4-1-4-1 al 4-4-2, con Markel saltando sobre su central izquierdo y Urbina cerrando más como tercer central. Queríamos emparejarnos bien cuando ellos iniciaban desde atrás y evitar que pudieran golpear con comodidad”.
Aunque reconoció que al equipo le faltó precisión con el balón, el técnico valoró la solidez y la disciplina táctica de los suyos: “Me hubiese gustado que hubiésemos sido más atrevidos con balón, pero sin él hemos hecho un partido descomunal. En la segunda parte incluso nos atrevimos a presionar arriba para buscar el segundo gol”.
La mala fortuna, un rival más
El preparador encarnado también lamentó los contratiempos que condicionaron el desarrollo del encuentro: “Cuando hacemos el primer cambio, Carrión me pide el cambio al minuto y eso nos obliga a gastar dos ventanas. Luego Fer se lesiona y Prince está con su selección. No me quejo, al contrario, ole por mis jugadores, pero es verdad que no nos acompaña la fortuna”.
Pese a la rabia del desenlace, García quiso destacar la madurez del grupo y el crecimiento del equipo: “Cuando lo vea con calma, seremos conscientes del mérito que tiene lo que hemos hecho. Es surrealista que te empate un filial en un balón parado, cuando su fuerte no es ese. Pero estoy muy orgulloso. Lo que dije al llegar lo mantenemos: queremos un Ávila guerrero, agresivo y que defienda hacia adelante, y eso se ha visto”.
“Hemos perdido dos puntos más que ganado uno”
Por su parte, el capitán Carlos Pascual coincidió en la sensación agridulce: “El punto nos sirve para seguir invictos, pero tenemos la sensación, aunque sea injusta, de haber perdido dos puntos por el camino. En esta categoría, a balón parado se pueden decidir partidos tanto a favor como en contra”.
Pascual destacó la buena actitud defensiva del equipo ante “un rival que hace las cosas muy bien” y abogó por pasar página rápidamente: “Esto sigue, todos los partidos en Segunda Federación son duros y ahora toca preparar el clásico ante la Segoviana”.






