@deportesavila / El corredor abulense Diego Rubio (Burgos BH) fue uno de los integrantes de un trío de escapados durante más de 175 kilómetros y cuatro horas y media en la 13ª etapa de la Vuelta a España. Era su segunda aventura en la ronda española después de numerosos intentos de escapada en otras etapas. Seguro que volverá a buscar sorprender al pelotón en la jornada de mañana domingo en la etapa que finaliza en casa en la localidad de El Barraco.

En el segundo día más largo de La Vuelta (203,7 km.) entre Bélmez y Villanueva de la Serena, durante el primer kilómetro, el de Navaluenga saltaba del gran grupo junto al malagueño Luis Ángel Maté (Euskaltel Euskadi) y el granadino Álvaro Cuadros (Caja Rural-Seguros RGA), quienes pronto adquirían una ventaja que llegó a ser de 3’05”, aunque la escuadra Deucenik siempre estuvo vigilante a que su fuga no fructificase.

El pulso que echaron los corredores les hizo mantener fluidez en los relevos, pero según pasaban los kilómetros descendía la distancia entre ambos por la Siberia extremeña y bajo un sol de justicia. Cuando restaban 58 kilómetros, el pelotón se fracturó a causa del viento y del trabajo del Ag2r, volviéndose a fusionar poco después, con una diferencia de menos de medio minuto respecto a la cabeza. A falta de 28 kilómetros para meta, Rubio y sus dos acompañantes fueron capturados por el gran grupo, para poner fin a una cabalgada de más de 175 kilómetros.

El francés Florian Sénéchal (Deceuninck-Quick Step) fue el más rápido en la desordenada llegada masiva, batiendo por escasos centímetros y con un tiempo de 4h 58’23” al italiano Matteo Trentin (UAE Team Emirates), con Rubio entrando en el puesto 162, a 3’35”. El noruego Odd Christian Eiking (Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux) continúa portando el maillot rojo, distando el ciclista abulense 2h 18’15”, situado en el lugar 157.

Diego Rubio: “Era complicado después de tantos kilómetros

Ha sido mi segunda fuga. He peleado mucho estos días, en unos estábamos 80 o 90 kilómetros a ‘palos’ y no tuve la fortuna de irme; y otros dos días me fui 10 y 15 kilómetros por delante hasta que me cogían. Hoy no era el día más propicio, pero nosotros queríamos estar ahí y al final nos hemos ido tres. Hemos tenido poco más de dos minutos y ha habido momentos que nos tenían demasiado cerca. Al final hemos apretado para mantener el pulso, pero después de tantos kilómetros, viento de cara y de los intereses de atrás, era complicado. Confiábamos en que algún equipo más nos acompañara. Echamos de menos más gente para echar un pulso al pelotón”.

La decimocuarta etapa se desarrollará este sábado en tierras extremeñas sobre 167,5 kilómetros de recorrido, con perfil montañoso y ascensiones en el camino al Puerto Berrocana (3ª) y el Alto Collado Ballesteros (1ª), con salida en Don Benito y final en el Pico Villuercas, un alto inédito en La Vuelta de 1ª categoría.

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