@deportesavila / Hace doce días acabaron los Juegos Olímpicos de París en los que España consiguió 18 medallas, que podían haber sido 19 si España hubiera resuelto la solicitud que en octubre de 2023 presentó la atleta etíope Likina Amebaw al Gobierno para la concesión de la carta de naturaleza española que le habría permitido representar a nuestro país con el equipo nacional de atletismo. Sin embargo, casi un año después la etíope de 26 años, que lleva viviendo cinco años en la localidad abulense de Peguerinos, ha recibido la callada por respuesta.

A diferencia de otros atletas que representaron a España en París como los cubanos Jordan Díaz -medalla de oro en el triple salto- y Yulenmis Aguilar -sexta en el lanzamiento de jabalina- o el hondureño Elvis Josué Canales -participante en los 800 metros- a los que sí se ha concedido la nacionalidad española, Likina ve como pasa el tiempo y su deseo de poder competir con la selección española de atletismo se desvanece.

La de Etiopía no es un atleta más en el panorama internacional. Lleva una magnífica temporada en la prueba de los 5.000 metros hasta el punto de ser la más regular en esta distancia por sus últimas marcas y resultados, además de liderar la prestigiosa Diamond League, donde compite contra las mejores atletas africanas del mundo, habiendo alcanzado dos segundos puestos en los mítines de Oslo y Mónaco y un quinto en Marrakech. Su liderato lo defenderá en la gran final que tendrá lugar en Bruselas. 

UN POSIBLE BRONCE QUE SE ESFUMÓ

Se veía con el bronce seguro”, comenta en Relevo su representante y pareja Alberto García. “Una medalla no es algo matemático pero se ha enfrentado cuatro veces a la italiana Battocletti este año, que quedó cuarta en la final y la ha ganado cuatro veces”, indica, destacando que en París la lucha por la medalla de bronce estuvo por menos de un segundo de diferencia entre Battocletti y la neerlandesa Sifan Hassan, resuelta a favor de ésta, “que no le hubiese ganado a Likina”.

Amebaw podría haber estado en los Juegos Olímpicos con Etiopía pero su deseo era competir con España. Renunció a hacerlo con su país porque si lo hubiera hecho tendría que esperar tres años desde que cambiara de nacionalidad. “No lo ha hecho porque tenía la ilusión de llegar con España”, señala García, quien apunta que Likina Amebaw “no pudo ver la final” por la dolorosa situación que está viviendo.

A la Real Federación Española de Atletismo que preside el abulense Raúl Chapado informó Alberto García que la atleta “iba a hacer la temporada de su vida”. Una vez que se inicia un proceso de nacionalización son de vital importancia para formar parte del equipo español las marcas que se consigan. Las que ha logrado este año Likina serían récord de Europa en los 5.000 y en los 10.000 metros, circunstancia que habría cambiado de forma positiva los resultados de España en esas pruebas de los Juegos Olímpicos de París. En 5K Marta García no alcanzó la final y en 10k no hubo representación española por no tener ninguna atleta marca mínima.

Ante el silencio existente sobre su nacionalización, García le recomendó a Likina Amebaw que asistiera a los trials de Etiopía que le habrían dado pasaporte para los Juegos Olímpicos, una oportunidad que solo sucede cada cuatro años. “Si España no quiere o no hay interés, hay que respetarlo”, le decía su  presentante. Pero la atleta no lo hizo porque “tiene la intención de estar con España, se ha formado aquí y se entrena aquí. Ella cuando llegó no era ni popular, tenía 2:57 en maratón y ha crecido aquí”.

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