El Porsche 991 de Javier Jiménez, vencedor en la XII Subida al Boquerón

ÁNGEL G. ALAMEDA / El puerto del Boquerón vivió una jornada vibrante y llena de emoción el pasado sábado, en la duodécima edición de su tradicional subida automovilística. La prueba, que congregó a 32 vehículos y a numerosos aficionados a lo largo de las cunetas, se convirtió en uno de los eventos más destacados del calendario automovilístico abulense, consolidando su prestigio en Castilla y León como quinta cita de su campeonato de montaña.

Con un horario vespertino, las condiciones meteorológicas acompañaron a los pilotos, brindando un escenario perfecto para la competición, con la localidad de Herradón de Pinares transformándose en un paddok urbano, con las calles llenas de vehículos y espectadores dispuestos a disfrutar de un ambiente único con los rugidos de los motores.

El Semog Bravo de Jonathan Jiménez, ganador en monoplazas

El largo recorrido de 7,480 kilómetros en la carretera AV-503, con un desnivel de 390 metros y una pendiente media del 9%, jalonado por numerosas curvas, puso a prueba la destreza de los pilotos en cuatro pasadas, dos de entrenamiento y dos oficiales. La mejor de las oficiales era la que definía la clasificación, con tiempos que reflejaron la calidad y preparación de los pilotos.

El más rápido de todos fue el abulense Javier Jiménez al volante de un Porsche 991/2gt3, que se impuso con autoridad, logrando una victoria en las dos mangas, demostrando su superioridad en la clasificación general absoluta entre los carrozados y además con mejor tiempo que el primer fórmula. El vallisoletano Juan José Abia, con su Porsche 992/GT3 terminaba segundo, quedándose a poco más de cinco segundos. El podio de turismos lo cerraba el leonés Javier Rabanal, con un Renault Clio Cup y 22,5 segundos de desventaja.

Por su parte, en la categoría de monoplazas, Jonathan Jiménez se alzaba con el triunfo, dominando con autoridad en ambas mangas, seguido por Pablo Jiménez y José Miguel Martínez. Los tres conducían un Semog Bravo.

La jornada en el puerto del Boquerón dejó patente el talento y la pasión de pilotos y equipos, que con esfuerzo y dedicación, continúan haciendo de esta subida una cita imprescindible en el campeonato regional de montaña. Los aficionados ya esperan volver a disfrutar

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