Honor y gloria encarnada

Ángel G. Alameda / 31 de octubre de 2024. Acuérdense de esta fecha que ya forma parte de la historia del centenario Real Ávila. Es en la que el equipo encarnado ha eliminado en la primera ronda de la Copa del Rey a un rival con el que se había medido en otras ocasiones -tan importantes como dos eliminatorias de la fase de ascenso a Segunda B- y había perdido en ellas. Esta vez no, la moneda cayó del lado abulense en un partido que se recordará siempre y donde fueron los penaltis los que decidieron la gloria local, echando fuera a un conjunto de la Segunda División, dos categorías por encima.

Noche mágica en el Adolfo Suárez, con el campo hasta los topes y los aficionados locales que no dejaron de animar al Real Ávila, que se vació para dejar fuera a los oviedistas, cuyos seguidores venidos del Principado de Asturias llenaron la grada supletoria habilitada al efecto. Los de Miguel de la Fuente fueron un martillo pilón en búsqueda de la portería de un acertado guardameta Braat, mientras que los de Javi Calleja también lo intentaron ante un inconmesurable Álvaro, muy seguro durante las más de dos horas que duró el choque.

Si el Real Oviedo sacaba al campo un equipo en el que había muchas ausencias respecto al que suele ser titular y que le mantiene en la parte alta de la Liga Hypermotion, con claras opciones de subir a Primera División, en el Real Ávila no hubo ninguna sorpresa y optó por alinear a los que su entrenador consideró más adecuados para la confrontación.

Se vio desde el principio que los carbayones querían resolver cuanto antes, pero se encontraron con una defensa local liderada por Carlos Pascual -que se multiplicó para impedir sus deseos- y con un anfitrión que subía su línea para ejercer presión al rival y que cayera en fuera de juego, creando peligro a la contra. En el Oviedo Mascarenha lo intentó con un remate sin éxito porque se lo impedía Álvaro, al igual que hizo ante un saque de falta Sabas Moyano, quien al poco de comenzar había reclamado un penalti que el árbitro consideró que no se había producido. Las decisiones del colegiado fueron muy cuestionadas por los aficionados locales a lo largo de todo el partido.

EL REAL ÁVILA PUDO ADELANTARSE AL FINAL DEL PRIMER TIEMPO

Al ecuador del primer tiempo, Hassam realizaba un centro al área abulense que no encontró rematador, paseándose la pelota entre los futbolistas visitantes, mientras que el Real Ávila estuvo muy cerca de de inaugurar el marcador con dos ocasiones en las botas de Toper. La primera se la paró Braat y en la segunda su disparo cruzaba el balón que se marchaba muy próximo a la base del poste derecho visitante. Se acababa la primera mitad con las gradas gritando “si se puede”.

Tras la reanudación, el Real Ávila decidía realizar un par de cambios. Se quedaban en la caseta Fer Díaz y Adilson y saltaban al terreno de juego Adri Carrión y Vitolo, con el objetivo de tener más pólvora para explotar y efectuar un mejor control en el centro del campo. En el bando contrario y viendo que su equipo no rompía, pese a que tuvo la posesión en un 71% y disparó en 13 ocasiones, el entrenador del Real Oviedo decidió pronto que fueran los habituales titulares los que salieran al campo para cambiar el cero a cero.

Ni aún con los mejores, el Real Oviedo podía con el Real Ávila, quien dispuso de una oportunidad clara. Campos frente a frente a Braat, y con todos los pronunciamientos favorables para marcar, mandó la pelota fuera. Luego Alberto Martín no pudo llegar a rematar. Y Campos se la ponía a Mario Rivas que de cabeza la mandaba fuera. Por parte del lado carbayón lo intentó Jaime Vázquez a balón parado y Álvaro se lo impidió. Antes lo había hecho frente a un remate de Álex Cardero.

Aunque el conjunto asturiano mejoró con la entrada del delantero Alemao, lo cierto es que el cuadro encarnado no le dejó hacer y Caio Lopes, a punto de concluir el tiempo reglamentario, estuvo muy cerca de dar el pase de la eliminatoria con un remate que el portero oviedista evitó que se convirtiera en el uno a cero metiendo la mano y forzando un córner.

EL PUNTO FATÍDICO DECIDIÓ

No había otra que resolver en la prórroga, con mucha carga física para los jabatos del Real Ávila, extenuados por el esfuerzo realizado. En el tiempo extra, ni uno ni otro inclinaban la balanza a su favor. El pase a la siguiente eliminatoria se tendría que decidir mediante lanzamientos desde los once metros. El primero en hacerlo fue el azul Colombatto. Se lo detenía Álvaro tirándose a la izquierda. El siguiente en probar desde el punto de penalti era Alberto Martín, que no fallaba y ponía el 1-0 por el lado derecho. La ocasión de igualar estaba a cargo de Lemos y la desperdiciaba mandando el esférico alto. No desaprovechó su disparo Adri Carrión colocando el 2-0 por la izquierda. Tocaba al visitante Sebas Moyano la responsabilidad de marcar para conservar opciones. Al igual que había hecho su compañero, el tiro le salió por la culata y lo mandaba al travesaño. Mario Rivas tenía la bala que podía derribar a los de la capital del Principado de Asturias. No la desperdició y batiendo a Braat por el centro del marco clasificó al Real Ávila para la siguiente ronda de la Copa del Rey, sin celebrar la transformación por respeto al equipo del que su padre es leyenda como jugador, fue entrenador y del que actualmente es director deportivo. 3-0 y a la espera de que un Primera División visite el Adolfo Suárez, que a buen seguro volverá a vestir sus mejores galas. Pero antes le espera el próximo domingo el Llanera, otro equipo asturiano, pero ya en Segunda RFEF, y al que si quieren ganar deberán bajarse de las nubes en que se encuentran los jugadores del Real Ávila en la noche de Halloween.

Miguel de la Fuente: “Lo hemos hecho bien y ellos no han estado cómodos” El entrenador del Real Ávila explicaba que el éxito de su equipo en la eliminatoria se había basado en que habían estado muy bien a nivel defensivo y  “en la ilusión competitiva, en trabajar muy juntos y tener muy claro el plan del partido, que pasaba sobre todo por disfrutar y tener personalidad”. “Sabíamos que íbamos a tener fases de partido en la que sentíamos que íbamos a ser dominados. No podíamos estar hora y medio corriendo detrás del Oviedo. Creo que lo hemos hecho bien, amenazando el espacio ante un equipo que te va arriba a presionar y que deja espacio a la espalda. Queríamos trabajar con mucho pase de seguridad tras robo para poder ir por fuera, aislar a nuestros extremos con sus laterales y fijar nuestros extremos para que pudiéramos encontrar el uno contra uno y situaciones de gol”, comentaba el técnico, señalando lo importante que es la afición: “Lo que no te dan las piernas te lo da la gente. Teníamos jugadores que estaban en un nivel físico muy bajo pero el empuje de la gente nos ha hecho aguantar hasta el final”. “En los penaltis hemos estado bien, los habíamos entrenado, y ellos no han estado tan bien. La balanza ha caído del lado del que más ilusión tenía. Hemos sido justos vencedores de la eliminatoria”, concluía. Javi Calleja: “El Real Ávila ha competido muy bien y ha hecho un partido muy serio”