ÁNGEL G. ALAMEDA / El Real Ávila afronta el último partido de liga en el Grupo 1 de Segunda RFEF. Lo hace buscando mantener la cuarta plaza que actualmente ostenta con el play off de ascenso a Primera RFEF ya conseguido. Tras una temporada en la que ha cumplido con creces las expectativas iniciales, el equipo dirigido ahora por Víctor Valdés acude a un histórico campo como Pasarón para soñar con la victoria ante un Pontevedra, otrora equipo de la Primera División en los años sesenta del pasado siglo, que acuñó una de las frases populares más conocidas: “Hai que roelo”, en alusión al grito de guerra de la afición del equipo de orillas del río Lérez para derrotar al contrario.
Desde el inicio del curso futbolístico, el objetivo inicial era la permanencia, pero el equipo encarnado, a las órdenes de Miguel de la Fuente se ponía en la parte alta de la clasificación mirando la meta de poder disputar el ascenso. Sin embargo, un tramo final con tan solo 5 puntos de 21 posibles, con cuatro derrotas, tres de ellas consecutivas, hicieron tambalear la opción de estar entre los cinco primeros. El triunfo la semana pasada sobre el Compostela hizo posible que a falta de un partido fuera posible garantizar terminar al menos cuarto.
Este domingo 4 de mayo, en el horario unificado de las 12:00, el Real Ávila tendrá la oportunidad de certificar su actual posición. Visitará al Pontevedra en el Estadio de Pasarón, el campeón que ha obtenido el pasaporte para la categoría superior. Un duelo más decisivo para los abulenses porque los gallegos no se juegan nada, en un escenario que será una fiesta por la celebración del título por parte de la afición local -el precio de las entradas será de tan solo 5 euros-, situación que deben saber aprovechar los visitantes, que perdieron en la primera vuelta en el Estadio Adolfo Suárez por 1-2, con gol local de Mario Rivas y los dos gallegos de Chiqui.
TESTARSE PARA EL PLAY OFF
El equipo pontevedrés llega a la última jornada después de encajar la derrota más amplia de la temporada, 5-1 en el campo de la Gimnástica de Torrelavega, antepenúltimo en la tabla y ya descendido. Pasarón “es un buen campo para poder jugar un buen partido. Es lo que esperamos por una parte y por otra. La mentalidad del equipo es poder disputarle el partido al campeón. Sería un honor para nosotros y también una prueba de cara al play off para ver qué temperatura y en qué tono está el equipo”, señala Víctor Valdés.
“Hemos tenido una semana en la que me ha dado tiempo a introducir algunos aspectos que me gustaría introducir”, manifiesta el entrenador del Real Ávila, añadiendo que sus jugadores lo han acogido “abiertos de mente, con muchas ganas de poder trasladarlo al campo y poder conjuntarse, en un fútbol que es el que vamos a ir proponiendo a medida que se vaya acercando el play off. Tenemos pocas semanas, pero a nivel de trabajo y grupal, las sensaciones que tengo han sido muy positivas en unos jugadores que tienen talento para poder llevar a cabo un fútbol atractivo, de ataque y vertical, no renunciando a filtrar el balón entre líneas que es lo ideal”.
El anfitrión quiere despedirse con un triunfo ante los suyos, así lo ha manifestado su jugador Javi Fontán, mientras que el entrenador del Pontevedra, Yago Iglesias, reconoce que una vez logrado el ascenso disminuye la concentración, el ritmo y la intensidad. “Por parte del cuerpo técnico a nivel de entrenamientos hemos soltado la cuerda y la tensión”, aunque tienen claro que al ser el último partido en casa “queremos acabar bien. No me gusta perder nunca. Sería muy bonito que la gente viniera a dar el último aplauso al equipo”, reconoce, esperando a un “Ávila que no venga de vacaciones”, sino a jugar “de tú a tú” y testarse de cara al play off.
BAJAS
No podrá contar el míster encarnado con Vitolo por un “problema” con la sanción que recibió, según Valdés. Tampoco con Fer Díaz, que sigue recuperándose.
ÁRBITRO MALLORQUÍN
Pitará el encuentro el colegiado Miquel Pujol Salar, teniendo como ayudantes a Biel Rodríguez Krüger y Alejandro Murillo Yustos. Un joven árbitro de Palma de Mallorca, de 24 años, que lleva dos temporadas en Segunda Federación, categoría en la que ha arbitrado 27 partidos, con 10 victorias locales, 9 empates y 8 triunfos visitantes, habiendo mostrado un total de 124 tarjetas amarillas y 6 rojas, a 4,59 y 0,22 de promedio por choque, respectivamente. No ha dirigido partidos ni al Pontevedra ni al Real Ávila.