Javi Navas |
El futbolista abulense Javi Navas ha vivido en un mes «la peor parte del fútbol». El contrato profesional que firmó en enero se convirtió en papel mojado. Le faltaba la rúbrica del presidente del Real Valladolid, Carlos Suárez. Sus representantes (ya ex agentes) no lo comprobaron. A mediados de agosto, cuando se enteró del desaguisado, quiso marcharse. Dijo que hasta que no se arreglase su situación ni entrenaría ni jugaría. El 31 de agosto, a las diez de la noche, se dio cuenta de que no iba a encontrar equipo. El 7 de septiembre firmó por su cuenta un contrato de dos años con el filial blanquivioleta con una cláusula: si lo desea, podrá salir libre en los mercados de invierno y verano. Pero por ahora, Javi Navas solo piensa en recuperar la forma después de casi un mes parado. «Estoy readaptándome. No estoy ni mucho menos al cien por cien. Empiezo de cero otra vez», señala.
El pasado domingo volvió a jugar con el filial ante el Numancia B. Llevaba más de cuatro meses sin disputar más de 30 minutos seguidos. Lo notó. «Ahora me marco un plazo de quince días para estar a mi mejor nivel».
No es la primera vez que Javi Navas ha vuelto al filial después de probar las mieles con el primer equipo. Pero ahora hay algo diferente: «En anteriores ocasiones fue por demérito mío. Yo no he tenido la culpa de esta situación. Han sido cosas externas a mí».
El vestuario del Real Valladolid B ya tuvo efectos curativos para Javi Navas, gracias entre otros a Javi Torres, un entrenador y también un recuperador emocional. La personalidad del técnico del Promesas ha resultado capital para que Javi Navas asuma la dura realidad. «Todos decidimos que lo mejor era que estuviera con Javi Torres. El año pasado, en una situación también anímicamente baja, consiguió sacar mi mejor versión».
Dolido pero con ganas de olvidar
Javi Navas quiere dejar atrás el pasado para no caer en un bucle de continuos reproches. Pero antes dice: «Quizá todos tenemos culpa de lo que ha pasado, pero yo un poco menos que los demás. Mi entorno no estuvo bien. Yo tampoco supe reaccionar porque nunca me había visto en una situación tan comprometida. Estoy dolido, cómo no iba a estarlo. Se han dado muchas versiones que no eran ciertas. Pero quiero olvidarlo todo. Veremos qué pasa en diciembre».
¿Ha decidido Javi Navas marcharse ya en el próximo mercado invernal si le llega alguna oferta? «Es una pregunta muy difícil. No sé si respondería con el corazón o con la cabeza. Ahora solo pienso en ponerme al cien por cien. Veremos cómo estamos todos en invierno. No pienso en lo que va a pasar».
El verano ha encallecido a Javi Navas. Ahora se ha convertido en un futbolista más descreído. «La lección es que no te puedes fiar de nadie», dice. De momento, sigue sin representante y ha abandonado la capitanía del Promesas. «No quiero esa responsabilidad. La tuve el año pasado y no quiero comerme los marrones. Creo que me he portado demasiado bien con el club. En siete años, nadie ha dicho una mala palabra de mí. Creo que ser capitán ahora no me beneficiaba».
Sus compañeros le animan a muerte y él lo agradece. El domingo todos le apoyaron cuando fue sustituido: «Saben que lo he pasado muy mal. El palo ha sido muy grande».
Fuente: El Norte de Castilla