Los jugadores del cadete del Milan festejan el ascenso

La Primera División Regional Cadete de fútbol contará la próxima temporada con un nuevo equipo: el Milan Academy Ávila, que certificó su ascenso tras derrotar a domicilio por 0-2 al Navega. Los milanistas fueron muy superiores a los charros, planteando muy bien el partido.

El conjunto abulense fue el dominador del choque y el que tuvo el control de la pelota, jugando de manera excelente al fútbol. El peligro visitante estuvo en las botas de Amath durante la mayor parte del encuentro. El primer gol milanista lo logró Edgar después de enviar una volea desde la frontal del área. Eso ocurría en el primer tiempo, mientras que en la segunda mitad el cuadro salmantino buscó la remontanda, fallando un penalti. Después el Milan materializó a través de Amath el segundo y definitivo tanto mediante en un lanzamiento lejano.

El entrenador del Milan Academy, Carlos Santos, comentaba en Pelota Charra al finalizar el encuentro que “hemos sabido cortar los balones largos que envían a su gente de arriba. Nos jugaron así en Ávila y lo hemos parado bien”.

Crónica enviada por el Milan Academy:

¡Avila consigue un Cadete Regional!

El Milan Cadete ha ascendido a categoría Regional (o Territorial) después de un brillantísimo playoff, batiendo en el último partido 0-2 al Navega en Salamanca. Y lo ha hecho apostando por su juego: la seria y solidaria línea de cuatro que viene siendo habitual: Sastre, Manu, Fer y Alex a quien sustituyó Richi en el segundo tiempo con igual eficacia; Encinar en el córtex del equipo; la inyección moral de Juli, aún con las secuelas de una lesión, incrustado en la línea de creación junto a Edgar; Cristian y Alberto, volando sobre las alas y Amath, que llegó hace apenas tres meses desde Senegal, de martillo pilón en el área. Y enfrente el Navega salía en su campo a cumplir el sueño de la remontada, confiando en la velocidad e invención de sus delanteros, esperando mantener inmaculada la portería. El balón, sin embargo, no quería quedarse con nadie; iba y venía maltratado por los nervios, las marcas intensas y las consignas y estrategias para frenar ambos ataques. Arriba llegaba el Navega pero lleno de ansiedad y, atrás, sus zagueros sufrían ataques de pánico ante la velocidad y perseverancia de los puntas milanistas, dejando un descampado en la frontal. Por ahí llegó el primer gol, Edgar esperó el balón que le llegaba desde el lateral y a bote pronto lo proyectó espectacularmente sin posibilidades para el portero, y el Navega, que perseguía un sueño, se encontró en medio de una pesadilla. De pronto la eliminatoria se les entregaba en la mano a los del Milan, sin embargo el Navega es un equipo con coraje, que se fue lleno de determinación a por el empate. Y pudieron lograrlo en un penalti que paró Rubén por confianza y reflejos. Estuvo poco exigido, pero muy atento y bien colocado; también Fer, que le sustituyó en el segundo tiempo. Eran largos minutos de embestidas, pero la defensa abulense, que se ha graduado en seguridad, asociación y madurez a lo largo de la Liga, trabajaba con intensidad ante los globos sondas que catapultaban los del Navega. En el segundo tiempo los salmantinos tuvieron peligro mientras le llegó el fuelle. Entró Narri para el Milan a apuntalar el centro del campo y se fue Juli entre aplausos. El tiempo ya corría en contra del Navega. Los nervios se habían templado, las marcas se diluyeron, el balón ya era nuestro. Encinar, que había trabajado a destajo con el trazo grueso en el primer tiempo sacó el tiralíneas y dejó varios pases para la velocidad de Angel Pedro, que salió por Edgar en el segundo tiempo y de Amath que recogió un balón al espacio y trazó una parábola perfecta que acabó dentro, a años luz del portero. El dos cero bajó el telón. Todavía, a punto estuvo el partido de embravuconarse, pero todos los chicos sobre el campo mantuvieron la cabeza y eso dice mucho de ambos equipos. El equipo técnico del Milan dio un homenaje a su plantilla, para que todos disfrutaran de la gloria de este duro camino de ascenso a Regional. Tuto, recién salido, protagonizó una buena jugada por la banda derecha que a punto estuvo de ampliar la ventaja. Al final brazos en alto, vítores, saludos a la afición y manteo a los entrenadores. Subrayo una nota final para ambos. Les llegó un equipo con grandes individualidades, una buena semilla de chicos con categoría para llegar tan alto, sin duda; pero ambos, con trabajo, con un sistema, con respeto, con los pies en la tierra, con imaginación, sin voces y sin un mal gesto contra el rival han ayudado a que esta plantilla crezca y finalmente fructifique. Ellos han mantenido la progresión, la cohesión, la fuerza física y la intensidad de este equipo, con el señorío y la templanza (y cuidado que no son monedas comunes) en las pocas tormentas en que el barco pudo naufragar. Y esos gestos también hacen ganar y esos gestos, alguna vez, resonarán a favor, quizás más que este triunfo, en la vida de estos chicos.

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