@deportesavila / Lunes festivo para el Real Ávila que celebró el título de campeón y el ascenso a Segunda RFEF, empezando por una visita al Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles, para, tras un breve paso por la iglesia de San Juan, reuniéndose con la cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza, desplazarse al cercano Mercado Chico donde fueron recibidos en el Ayuntamiento de Ávila y compartieron el éxito con los aficionados que les quisieron acompañar.
Pasadas las ocho de la tarde, en la casa consistorial, además del alcalde y los concejales, estaban esperando a la expedición quienes han sido los concejales de Deportes durante los 22 años que han pasado desde el último ascenso del equipo, empezando por José Francisco Martínez Gañán, Patricia Rodríguez, Miguel Ángel Abad, Pablo Luis Gómez, Félix Meneses y el actual Carlos López.
El alcalde Jesús Manuel Sánchez Cabrera dio la bienvenida al Real Ávila en el salón de plenos, afirmando que había “venido a hablar de su libro”, el libro de firmas del Ayuntamiento de Ávila donde los jugadores, directiva, personal y cuerpo técnico dejaron su rúbrica, conteniendo la de “todos los grandes que han pasado por esta ciudad”, como en este caso eran los héroes del ascenso.
Correspondiendo a la escultura de la puerta del Alcázar que recibió el Real Ávila por parte del alcalde, Andrés Llorián, capitán del equipo, hizo entrega a Sánchez Cabrera de la camiseta del centenario firmada por toda la plantilla, ante lo que el primer regidor contó un ‘secreto’: “En noviembre, viendo lo bien que iba el equipo, me puse a dieta y me quité treinta kilos”, Dirigiéndose al míster, Miguel de la Fuente, exclamó: “No sé si habrán sido los suficientes pero estoy preparado para la pretemporada, al menos para correr la banda… cuesta abajo”.
Después los futbolistas encarnados salieron al balcón del Ayuntamiento para dirigirse a unas ochocientas personas que se congregaban en la plaza del Mercado Chico emitiendo cánticos y gritos de toda índole como “campeones, campeones…” o “Ávila, Ávila…”. El primero en dirigirse a los aficionados fue un emocionado Llorián, que habló del ascenso como algo merecido después de varios años de sufrimiento, recordando a aquellos que ya no estaban entre nosotros. Por su parte, el otro capitán, Dani Tena, entonó el nombre de sus compañeros y del entrenador, De la Fuente, que fue el siguiente en hablar, recordando que “cuando peor estábamos, me encontré por la ciudad con dos personas mayores, que me dijeron ‘míster vamos a ascender’. Se lo dije a la plantilla”.
Acabó la fiesta con música del DJ Everon y los jugadores mezclándose con los aficionados, con los que se hicieron fotos y a los que firmaron autógrafos, acabando el día con una cena.
