López Manrique / El cambio de propiedad del Real Ávila, que ha designado a Joan Farias como nuevo director deportivo, está produciendo variaciones en la plantilla del primer equipo encarnado, de modo que en las últimas fechas el club ha dado la baja hasta un total de cinco futbolistas, incorporando hasta el momento a tres llegados bajo el amparo de la nueva dirección deportiva.

Tras la marcha de Chico, Cauet y Sergio Sánchez, se ha anunciado a través de Twitter la baja de Guille Jiménez y de Rober. Una decisión tomada unilateralmente por el Real Ávila, que prescinde de sus servicios y que supone la salida de dos jugadores nacionales -uno de ellos abulense y el otro de la vecina Talavera de la Reina-, en favor de tres nacidos fuera de España, el portugués Guilherme, el gambiano Babú y el guineano Keita. Cambios que dan a entender que se aprecia más en un equipo que milita en la quinta categoría del fútbol español al futbolista exótico que al local.

Sorprende la salida del delantero Rober, delantero que acaba de cumplir 21 años y que había mostrado en las dos temporadas que llevaba militando en el Real Ávila que reunía condiciones para poder tener un hueco en el conjunto abulense. En ese período ha jugado un total de 40 partidos oficiales, saliendo de revulsivo en mucho de ellos en sustitución de un compañero.

El talaverano se ha despedido en las redes sociales afirmando que era un “día difícil” para él, marchándose “con la cabeza alta porque lo he dado todo por esta camiseta y por este escudo. Lo he defendido y luchado en todo momento para dejar el nombre del Real Ávila donde y como se merece, ojalá dentro de poco con un ascenso”. “Después de temporada y media, me toca decir adiós a la que considero mi casa, en la que me he sentido muy querido y apoyado tanto por mis compañeros como por la afición que me habéis hecho vivir momentos que no voy a olvidar nunca”, señala Rober, quien se muestra agradecido de sus compañeros y cuerpo técnico, concluyendo que “siempre seré un encarnado más”.

También se ha despedido el lateral izquierdo Guille. Lo hace con un “hasta luego”. “Vine a mi casa con la ilusión de conseguir los objetivos, y me despido con el convencimiento de haberlo intentado con todas mis fuerzas”, pese a que las lesiones le han lastrado durante el escaso tiempo que ha estado en el primer equipo encarnado. “Me voy sabiendo que he hecho un buen trabajo aunque con un sabor agridulce por las escasas oportunidades”, indica. Cuando ha estado disponible no ha contado demasiado para el entrenador, actuando tan solo en dos partidos ligueros, uno de ellos como titular, teniendo preferencia a la hora de jugar otros compañeros en una posición donde no ha habido un fijo.

Con 23 años, Guille no ha podido cumplir su sueño de triunfar en el Real Ávila, después de haber militado anteriormente en sus categorías inferiores, antes de pasar por el Real Valladolid, Diocesanos, Alcobendas, Unión Adarve, Trival, Tres Cantos, San Fernando y Salamanca UDS B. “Lo más importante siempre será el Real Ávila; las personas pasamos pero el club junto a su afición, permanecen”, manifiesta quien será “siempre encarnado”, que da las gracias “a todos los que me han apoyado, a mis compañeros y a esta maravillosa afición”.

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