López Manrique / Después de perder en Carbajosa de la Sagrada y con las bajas definitivas en la plantilla del escolta Dani Stefanuto y el base Eugenio Zustovich, el Óbila Club de Basket vuelve a su fortín del CUM Carlos Sastre, donde ha vencido en todos sus compromisos, a excepción de con el líder, Círculo Gijón. Lo hace viéndose las caras con el equipo de la Universidad de Oviedo que le antecede inmediatamente en la tabla y con el que está igualado a 10 victorias y siete derrotas.
El partido tendrá lugar mañana sábado 22 de febrero, a partir de las 19:00 horas, dirigido por pareja arbitral formada por el salmantino Isidoro Sánchez Tardaguila y y el zamorano Santiago Jurado González. Un envite donde los de Antonio Déniz no pueden fallar si no quieren descolgarse de los puestos de arriba, debiendo ganar por una diferencia superior a los nueve puntos, dado que en la capital del Principado de Asturias ganaron los universitarios por 89-80.
“Es un equipo que tiene una posición interior muy fuerte con Diarra, quien tiene una conexión importante con el base Cuetos. Dispone de muchos jugadores de casa. Va a ser muy interesante ver este duelo”, ha indicado Jonah Callenbach, presidente y jugador del Óbila, añadiendo que “si somos capaces de ganarle, la cosa puede pintar muy bien para el resto de la temporada”.
El ala-pívot Mario García considera “complicado” el choque. Aunque la Universidad de Oviedo se les atravesó en la primera vuelta, “hemos visto sus fortalezas y debilidades, que estamos trabajando toda la semana. Aquí en casa nos hacemos fuertes, independientemente de las circunstancias que han pasado. Tenemos que salir más fuertes aún y sacar la victoria sea como sea, que nos viene muy bien. La clave va a estar en ser más intensos que el rival. Con el apoyo de la afición vamos a estar compitiendo todo el partido”. Espera que entre los interiores locales, Santo Jesús Cabrera, Fallou Ndiaye y él mismo, puedan parar a la figura visitante, el pívot maliense Djiguy Diarra, en dinámica del primer equipo del club ovetense, el Almerka Oviedo Baloncesto, que milita en Primera FEB.
OPORTUNIDAD PARA LOS CANTERANOS
El Óbila tendrá que sacar el compromiso sin uno de sus jugadores más determinantes, Dani Stefanuto, que tras disputar su último encuentro en tierras salmantinas se desvinculó del club, firmando por el Gandía de Segunda FEB. El escolta gallego era el jugador más valorado de la plantilla, el segundo máximo anotador verderón con 279 puntos, el segundo rebotador con 119 capturas y el segundo asistente con 119. Unas cifras que deberán ser suplidas por los demás jugadores, tanto aquellos cuya aportación en lo que llevamos de temporada ha sido inferior a la prevista como los que están en proceso de crecimiento. Antes de Stefanuto causó baja de mutuo acuerdo el base Eugenio Zustovich, que no había cubierto las expectativas deportivas que de él se esperaban.
“Han sido dos semanas complicadas en el club por dos situaciones aisladas que no tienen nada que ver. Una, mediante un acuerdo por el que se separaban los caminos con Eugenio. Y la otra, con la noticia un día antes del partido ante el Recoletas Salud Carbajosa que Stefanuto acepta una oferta para irse a Segunda FEB. Sabíamos cuando le fichamos que era una posibilidad, que se ha realizado. Mi primera reacción es que se lo merece. Lo va a hacer muy bien en su nuevo equipo. Es una baja importante para nosotros, aunque algo habremos hecho bien como club. Ahora estamos en situación de estudiar dos opciones. Una, si en lo que nos queda encontramos un jugador que suba el nivel del equipo y encaje bien, podíamos ir a por él. La otra, es ir con lo que tenemos, que creo es suficiente, y apostar por los de casa”, ha explicado Jonah Callenbach.
Como “muy importante” es considerada la baja de Stefanuto por parte de su ya ex compañero Mario García. “No tenemos un jugador en la plantilla igual que Dani, pero creo que todos podemos dar un paso adelante y un poco más de nosotros para que la baja no sea tan importante”, contando con los canteranos.
Es duda en el Óbila el alero Zsombor Vértes por un esguince de tobillo, estando el resto de los jugadores a disposición del entrenador.