López Manrique / El Óbila afronta las cinco últimas jornadas de la fase regular con la tranquilidad que le da el encontrarse quinto en la tabla, tras los dos últimos partidos ganados. Este sábado 23 de marzo vuelve a la cancha talismán del CUM Carlos Sastre, donde le espera un equipo muy necesitado de victorias como es el Estudiantes Lugo Río Galicia (19:00 h.) con arbitraje de Pedro Luis Aguado Muñiz (Valladolid) y Sergio Paniagua Bermejo (Palencia).
Actualmente en quinta posición, empatado en victorias con otros equipos que aspiran al play off de ascenso, el Óbila se encuentra en disposición de luchar por el cuarto puesto, después de unas temporadas complicadas tras el descenso a los infiernos. El triunfo supondría dar un gran paso adelante para llegar a la meta de terminar entre los cuatro primeros.
Antonio Déniz, el entrenador del Óbila opina que su equipo “está en un buen momento, jugando y trabajando bien, sobre todo en ataque pese a la salida de Dani Stefanuto que hacía 25 puntos en cada encuentro. En defensa nos sigue costando un poquito, pero vamos por el buen camino. En Lugo hicimos la cagada de la primera vuelta. Teníamos que haber ganado, pero se nos fue en los últimos minutos”.
“Va a ser un partido complicado, similar al de Betanzos, aunque Lugo se está jugando el descenso y si pierde prácticamente está descendido, por lo que será muy peligroso, sobre todo en el rebote. Aunque seamos superiores en plantilla, tendremos que trabajar como si fuera Marín o Gijón porque si no nos podría ganar”, asegura el técnico, quien apela a la afición para que acuda al pabellón “porque con gente de casa nos estamos jugando algo bonito”, dado que en los últimos años la mejor clasificación del Óbila ha sido la sexta
“Nosotros vamos a ir a luchar todos los partidos que nos quedan. Me gusta ganar y competir los partidos, aparte de los puntos que yo consiga”, manifiesta el base-escolta Mario Linde, quien también anima a que “venga la gente a animar, siempre nos ayuda mucho en cada partido en casa”. El extremeño recibió una oferta para jugar en un equipo que lucha por la fase de ascenso, pero no lo hizo por su “mucho compromiso” con el club verderón. Su pensamiento actual está puesto en “conseguir ese cuarto puesto” y después ya decidirá su futuro, en el que le gustaría jugar en una liga superior.
EL RIVAL
El Estudiantes lucense es un clásico en la categoría antes llamada EBA. No atraviesa precisamente su mejor momento y se encuentra obligado a vencer en su partido de Ávila para poder salvarse, en una temporada cuyo rendimiento ha sido pobre, encontrándose situado en el duodécimo y antepenúltimo puesto con 7 victorias y 15 derrotas. No renuncia a dar la sorpresa y volver a ganar al Óbila, como ya lo hizo en la primera vuelta por 75-72.
Con una plantilla dirigida por Pablo José Abuin, su jugador más destacado es el ala-pívot Álex Almenta, que promedia por partido 10,9 puntos, 9,4 rebotes y 16,9 de valoración. Hace mes y medio se han reforzado con el base puertorriqueño Douglas Mills, que aporta una media por encuentro de 16,3 puntos. Otros nombres a reseñar son el ala-pívot portugués Gonçalo Neves, el alero Alejandro Hermida y el escolta Alejandro Rodríguez.
En el Óbila es casi segura la baja del pívot Santo Jesús Cabrera, que ha padecido ciática durante toda la semana, habiendo tenido problemas físicos Zsombor Vértes y Dani Carretero, por lo que no llegarán en las mejores condiciones al partido.