@deportesavila / El pasado sábado se produjo un hito histórico en la vida del Óbila Club de Basket. La mitad de los doce jugadores del Óbila que saltaron a la cancha del CUM Carlos Sastre para enfrentarse y ganar al Santo Domingo de Betanzos eran producto de la cantera verderona. Quién nos iba a decir no hace demasiado tiempo que un 50% de los que intervendrían en un partido del primer equipo serían el fruto del trabajo de años con la base.
En los más de veinte años de existencia del Óbila y a excepción de las primeras campañas, tan solo uno o dos jugadores locales eran los que formaban parte habitualmente del plantel del primer conjunto. Lo hacían de forma testimonial para actuar en los ‘minutos de la basura’.
Ya la pasada temporada, Juan López Yuste e Ian Vivero se convirtieron en fijos en Tercera FEB y además con presencia de muchos minutos en la cancha. Este año ambos han continuado ejerciendo un importante papel, dando un pase adelante. Ante Betanzos Dani Carretero jugó casi 20 minutos, habiendo sido convocado en 15 partidos. Debutaron Roberto Ortega y José Luis Horcajo, procedentes del equipo de Primera Nacional, el escalón inmediatamente anterior al salto a la primera plantilla. También estuvo Carlos Hernández, quien ya ha tenido oportunidad de jugar en 4 encuentros, mientras que Alberto Martín ha podido saltar a la cancha en 9.
El anuncio del presidente-jugador Jonah Callenbach de querer para la próxima temporada confeccionar un equipo competitivo basado en abulenses y con refuerzos competitivos que lo completen está cerca de cumplirse. El talento local existe y su esfuerzo y dedicación deben ser un ejemplo a seguir para el resto de la cantera del club, que podrá llevar con orgullo la representación de la capital y de la provincia con deportistas derivados del trabajo realizado durante años.