Ángel G. Alameda / En Sancti Spíritu se vivió una de esas tardes que explican por qué el fútbol es mucho más que un juego. El Palencia CF salió con vida —y con tres puntos de oro— de un partido que el Colegios Diocesanos tuvo en sus manos durante buena parte del encuentro. Los abulenses, sólidos y valientes, cayeron con honor ante un rival que necesitó de dos chispazos —uno de Samu y otro de Rodri— para remontar el tanto inicial de Aitor Asensio y mantener su pulso por el liderato del Grupo VIII de Tercera Federación.

El Diocesanos no se arrugó ante uno de los gigantes de la categoría. Desde el pitido inicial, los de Iván Lastras marcaron el ritmo y mostraron el carácter que les ha llevado a plantar cara a todos los grandes. En una primera parte sin grandes sobresaltos, el momento de fe llegó en el minuto 27, cuando un disparo de Garri se estrelló en la escuadra y Pablo Negro envió el rechace al fondo de la red. El estallido de alegría fue fugaz: el asistente levantó el banderín por un ajustado fuera de juego. Fue el primer aviso de que la fortuna, esa aliada caprichosa del fútbol, tenía otros planes.

Tras el descanso, el Dioce se soltó la presión y encontró el premio a su insistencia. A los siete minutos de la reanudación, César Robles rompió líneas desde su campo con una carrera prodigiosa y sirvió un balón perfecto a Aitor Asensio, que recortó con clase y fusiló al portero visitante. Sancti Spíritu rugió como en las grandes tardes. Era el 1-0, justo premio a la fe y el esfuerzo.

Pero el Palencia CF no es segundo por casualidad. Herido en su orgullo, el equipo de Marchena se estiró y, casi sin tiempo para lamentarse, encontró el empate en una acción individual de Samu, que sorteó rivales desde el medio campo, sin que ninguno cortase su avance —por las buenas o por las malas—y batió a Mario Velayos con frialdad quirúrgica. En poco tiempo, el duelo se había convertido en una montaña rusa.

RODRI PUSO LA PUNTILLA A LOS ABULENSES

El tramo final fue una batalla de nervios y corazón. Los colegiales no renunciaron al triunfo, empujados por su gente, mientras los palentinos resistían cada embestida y esperaban su oportunidad. Y llegó, cruel e inesperada. En el minuto 88, el árbitro señaló una falta muy discutida al borde del área. Rodri la ejecutó con fe; el balón tocó en la barrera, cambió de trayectoria y desató la frustración abulense al colarse en la red. El 1-2 cayó como un jarro de agua fría.

Los últimos minutos fueron de impotencia y rabia para los locales, que acabaron con varias expulsiones en el banquillo por protestar. El Palencia CF defendió su tesoro hasta el pitido final, sumando una victoria que le mantiene a solo dos puntos del líder, el Palencia Cristo Atlético.

Para el Colegios Diocesanos, la derrota fue tan dolorosa como injusta. El equipo compitió con orgullo, intensidad y fútbol, demostrando que su lugar en la tabla no es casualidad. En Sancti Spíritu no hubo puntos, pero sí una ovación que supo a respeto y reconocimiento.

El fútbol, a veces, se resume en una jugada. Y en Ávila, la moneda cayó del lado palentino.

FICHA TÉCNICA
Colegios Diocesanos: Mario Velayos; Garri, Josito, Álex Sola, Sergio Nogal; Ibra (Jorge Rodríguez 63’), Mayorga; César Robles (Faysel 63’), Fer, (Camilo 75’) Pablo Negro (Hugo Campos 63’); y Aitor Asensio (Rober 80’). Entrenador: Iván Lastras.
Palencia C.F.: Lisardo, Colás (Keller 80’), Marcos (Miguelillo 8’), Mongil, Rodri, Raúl Botía (Capi 58’), Íker, Adri Calvo, Mario Robles (Vallecillo 58’), Viti (Jesús Torres 58’) y Samu. Entrenador: Jorge Calvo ‘Marchena’.
Goles: 1-0 Aitor Asensio (52’), 1-1 (Samu 59’) y 1-2 (Rodri 87’).
Árbitro: Pablo Lozano Garrote (Zamora), asistido en las bandas por Marco de Anta Fariza y Antonio Ares Carrasco. Mostró tarjetas amarillas a los locales Josito y Mayorga, expulsando con tarjeta roja directa a Iván Lastras (88’, entrenador), David Jiménez ‘Milla’ (88’, delegado del equipo) y Pablo Rodríguez (preparador físico). Por parte visitante fueron amonestados Raúl Botía (43’), Mongil (81’) e Iker (89’).
Incidencias: Encuentro correspondiente a la novena jornada del Grupo VIII de Tercera RFEF, disputado en el campo B de Sancti Spíritu, con asistencia de unos 200 espectadores.
 

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