@deportesavila / El coronavirus está complicando las cosas al alpinista abulense Carlos Soria en su intento de subir al Dhaulagiri. La pandemia está haciendo mella en el campo base, aunque afortunadamente ni él ni ninguna persona de su expedición se encuentra afectada por esta lacra sanitaria mundial.
Antes de salir hacia Nepal, Soria y sus acompañantes se hicieron una PCR que salió negativa y que repitieron tras tres días en Katmandú. La situación en el país asiático era “normal” y esperaban que en el campo base del Dhaulagiri hubiera no más de 25 personas, unos 14 alpinistas y 10 sherpas.
Al llegar al campo base se encontraron con una situación totalmente distinta a la prevista. Había entre 80 ó 90 personas debido a que quienes habían ido al Annapurna querían repetir en el Dhaulagiri, lo que suponía demasiada gente. Además, la meteorología era adversa por “una fortísima nevada, que todavía sigue, y desde entonces en pocas cantidades ha ido aumentando”.
El equipo de sherpas de la expedición de Carlos Soria había instalado cuerdas hasta el campo 2. La nieve las tapó y aún así decidieron “subir cuatro días a la montaña y bajamos ya preparados para intentar la cumbre cuando hubiese ya una posibilidad”. Desde entonces “empezaron a surgir los casos de Covid, poco a poco, cada vez más contagios”, extendiéndose “de una manera total, tremenda”.
Nepal, confinado
“Nepal está absolutamente confinado, las líneas aéreas no funcionan, solo los helicópteros, que del campo base han sacado unas veinte personas contaminadas”, indica el abulense, calificando a la situación de “grave”. Para él lo mejor ahora mismo es permanecer en el campo base porque la montaña no se encuentra en condiciones, aunque algunas expediciones han intentado subir al Dhaulagiri “sin haber hecho las pruebas del Covid previamente”.
“Lo más importante para nosotros en mantener a raya al Covid, no contagiarte”, comenta el veterano montañero de 82 años, vacunado antes de salir de España. Espera que la cepa india se porte bien con él. Sus compañeros de expedición no están vacunados. Han hecho muchas pruebas a miembros de otras expediciones, algunas de ellas con resultado positivo, por lo que se han tenido que marchar del campo base.
“No hemos tirado la toalla”, señala Soria, respecto a ascender a una montaña que “está peligrosa”. Tiene esperanza de que la situación cambie y poder llegar a la cumbre, pero sobretodo prevalece la seguridad y el sentido común.