Á.G.A. / Este fin de semana se reanudaba el Grupo A-2 de la Primera División Regional de Aficionados, con los uno de los equipos abulenses, el Bosco de Arévalo, buscando en la sexta jornada los tres puntos que le otorgarían la segunda victoria de la temporada. El otro, Atlético Candeleda, que tendría también el mismo objetivo. Ambos han visto aplazados sus encuentros, el de los morañegos por el temporal de nieve y el de los candeledanos debido al Covid-19.
El Bosco de Arévalo quería salir de la posición de colista y para ello necesitaba derrotar al San Esteban de Gormaz, el sexto clasificado, con cinco puntos en el casillero, dos más que el conjunto morañego, aunque con un partido más. Los de Jordi se encuentran en proceso de adaptación tras su retorno a la categoría, con mucho margen de mejora, habiendo perdido en los dos compromisos anteriores en casa.
En la mente de los arevalenses sólo cabía pensar en sumar la primera victoria como locales a costa de quien lleva dos derrotas consecutivas tras quedar invictos en las dos jornadas iniciales.
Por su parte, el Atlético de Candeleda tenía previsto un desplazamiento a tierras segovianas para medirse al Turégano, que ha sido suspendido por la Federación de Castilla y León de Fútbol como consecuncia del coronavirus que afecta al conjunto abulense. El rival de los visitantes lleva un triunfo, tres empates y una derrota, o lo que es lo mismo seis puntos, dos más que los del valle del Tiétar. El Turégano no ha ganado aún como local pero tampoco ha perdido, mientras que los de David Piloto han caído en los dos viajes que han realizado.
La intención de los candeledanos, que han fichado al defensa Josito (ex del Diocesanos, Real Ávila y Cebrereña), era dar la mejor versión para poder sacar algo positivo, por lo que no les cabía otra que luchar y jugar con intensidad, buscando mejorar en el aspecto defensivo, dado que en los dos anteriores partidos a domicilio recibieron un total de nueve goles. Además deberían ser más contundentes y afinar la puntería en el área contraria al no haber marcado aún fuera de El Llano.