De Aluminio y Barro: Victoria “in extremis” de la Cebrereña B ante el Rayo Abulense

Se puede afirmar que el concepto fútbol se divide en dos o, para entendernos, son dos coches que viajan en diferentes carreteras. Está el “fútbol”como espectáculo, donde lo que menos importa es el balón (véase el por qué de la celebración del Mundial en Catar), sujeto hasta el extremo a la ley del valor, a los insaciables agentes y futbolistas convertidos en “carne” que se vende y se compra o los entrenadores “streamer” (como nos enseña Jorge Valdano en: Fútbol el juego infinito. El nuevo fútbol como símbolo de la globalización).

Por otro lado, está el fútbol de “aluminio y barro”. Es ese coche que viaja por otra carretera y donde, a pesar de la influencia del “otro fútbol”, todavía en pleno siglo XXI, se observan rasgos de aquel deporte primigenio más ligado a todo lo que tiene que ver con el “balón y el pie” (foot-ball). Aficiones que llenan los pequeños estadios porque se sienten identificados con el equipo de su tierra, horarios que favorecen al currante/estudiante/futbolista que “descansa” los domingos y su ocio es el fútbol, campos que a pesar de ser de tierra o de césped irregular son estadios de verdad y no esos parques “multi atracciones” que son los estadios de ahora, chavales que sienten los colores, etc.

Este tipo de fútbol es habitual en muchos rincones de latinoamérica y en nuestro país circula por esa otra carretera que representan las divisiones más bajas, no por ser más bajas son menos importantes.

En definitiva, el Mundial es la expresión máxima de ese fútbol que circula en autopista (todo un escaparate donde los agentes y comisionistas se estarán frotando las manos por la posible revalorización de sus jugadores). Se habla mucho del parón del fútbol por el mundial, pero, para suerte del lector y del aficionado, el “seiscientos” del fútbol aficionado/amateur no para.

Partido correspondiente a la jornada 7 de la Liga Provincial de Aficionados de Ávila. Encuentro atractivo y con gran afluencia de público el disputado en el “Mancho-Ángel Sastre” de Cebreros. Ambos equipos salieron con muchas ganas de conseguir la victoria ya que venían de perder en sus anteriores compromisos.

La Cebrereña B empezó el partido dominando y el Rayo Abulense estaba incómodo y parecía que “no había bajado del autobús”. Fruto de ello diversas internadas de Petrilla, Marcos o Guillermo estuvieron a punto de inaugurar el marcador. De esta manera, los buenos primeros minutos del equipo local tuvieron su recompensa y en el minuto 19 una buena jugada desde la banda derecha es aprovechada por Guillermo para poner el 1-0.

No encontraba su sitio el equipo visitante que apenas inquietaba la portería de Alejandro y perdía todos los duelos y disputas. Aprovechando un desbarajuste defensivo en la banda izquierda, Diego,con un buen disparo colocado a la escuadra de Adrián Flores, pondría en el minuto 30 el 2-0.

El partido se ponía muy cuesta arriba para el Rayo que hasta el momento estaba ausente. La Cebrereña B dominaba el encuentro y desde el cuerpo técnico del Rayo intentaban manejar la situación cambiando el esquema táctico para dar la vuelta al partido.

Seguidamente hubo una tímida reacción de los visitantes que tuvieron su recompensa en una falta lanzada por Pablo García (hombre del partido) que se coló por la derecha de Alejandro poniendo el 2-1 justo antes del descanso.

Tras la salida del vestuario, el Rayo Abulense dominó la situación y empezó a generar mucho peligro. Diego Encinar tuvo la más clara cuando su remate de cabeza se fue rozando el palo. Posteriormente, fruto de esa reacción, Raúl Contreras fue derribado en el área y Marcos Cuenca señalaba los once metros para alegría del cuerpo técnico rayista que veía como conseguía revertir una situación que se había puesto muy desfavorable. Seguidamente Pablo García no fallaría en el lanzamiento subiendo el 2-2 al marcador.

El partido entró en una fase de ida y vuelta donde varias faltas peligrosas y disparos desde fuera del área de la Cebrereña B no vieron resultado. En el caso del Rayo las ocasiones más claras las tuvieron Pablo García y Diego Encinar que con todo a favor asiste a este último demasiado fuerte y Jorgito con un buen disparo desde fuera del área que se marchó por poco al lado izquierdo de la meta defendida por Alejandro.

En el 87 una falta provocada por Jorgito en el flanco izquierdo de la portería rayista fue lanzada por Juanjo y en el barullo dentro del área pequeña es aprovechado por Roberto Baena para poner el 3-2 definitivo y para alegría de la numerosa afición de la Cebrereña B.

Victoria “in extremis” de la Cebrereña B en un partido en el que ambos contendientes tuvieron que bajar al barro muy entretenido para el espectador y el aficionado al “fútbol modesto”. Un encuentro de “barro y aluminio” en el que ambos equipos tiraron de coraje y al final el equipo local obtuvo los tres puntos.