Pablo Lastras / MOVISTAR TEAM |
@deportesavila / El capitán de ruta de Movistar Team protagoniza la fuga más larga del Giro, con cinco horas y media en pos de una victoria que buscaron también Herrada e Intxausti.
Con una victoria de etapa y un día de maglia rosa ya en el zurrón, un ambicioso Movistar Team sigue buscando más triunfos en la edición 2013 del Giro de Italia. Hoy, en la etapa más larga de la carrera -Busseto-Cherasco, 254 km-, el turno ha sido para Pablo Lastras.
El capitán de ruta de la escuadra telefónica ha permanecido en vanguardia durante más de cinco horas después de saltar en el kilómetro 21 en compañía de otros seis ciclistas: Ermeti (AND), Boem (BAR), Bak (LTB), Hondo (RLT), Ludvigsson (ARG) y Andriato (VIN). Con una ventaja máxima que alcanzó en el primer tercio de etapa los 13 minutos, la aparición del viento lateral a mitad del recorrido propició el nerviosismo en el pelotón y su acercamiento a la fuga (apenas 1 minuto a 50 km del final). Pese a todo, Lastras -primero junto a Boem y Bak y ya en solitario a falta de 15 km- peleó hasta el final por sus opciones y exprimió sus fuerzas cuando un grupo de ocho unidades con un combativo José Herrada saltó del pelotón.
El intento de Herrada acabó a poco más de 5 km a manos de un pelotón que no dejó lugar a las sorpresas y del que en el último repecho del día atacó Beñat Intxausti, en un intento abortado en primera persona por el líder, Nibali (AST). En el sprint final, Cavendish se llevaba su cuarto éxito en este Giro, con Lastras entrando a 2’58” (110º), en una jornada que no deparó cambios en la clasificación general que sigue liderando Vicenzo Nibali, estando Pablo Lastras el 96º, a 1’27’35”.
Lastras: «La verdad es que no era una etapa que tuviera especialmente marcada, pero viendo el libro de ruta quedan ya muy pocas oportunidades y Arrieta nos ha animado tanto a Dowsett como a mí a intentarlo. Ventoso nos ha cubierto muy bien en los primeros intentos y al final he podido entrar. Sinceramente, en ningún momento he visto que podíamos llegar porque ha habido zonas con un viento brutal y por detrás en cuanto han acelerado nos han quitado mucho tiempo. Por delante hemos hablado entre todos en regular el ritmo en esa zona de viento y acelerar más tarde, y así lo hemos hecho. Cuando hemos visto que no podíamos llegar, había que pasar al plan B, que era correr como una clásica y buscar tener siempre gente por delante. Tácticamente, tener a alguien en cabeza te da muchas opciones y con eso hemos jugado para el ataque de Herrada.
Sólo quedan un par de días con opciones para mí o sea que lo seguiré intentando porque soy exigente y no estoy satisfecho con mi Giro. Sí en mi trabajo para el equipo, pero no en mis opciones personales. De momento, la carrera del equipo está siendo excelente. Hemos sido protagonistas casi todos los días, una victoria, la maglia de Beñat… Si seguimos así, seguro que va a llegar alguna alegría más. Personalmente he pasado unos meses muy, muy jodidos. Hasta las clásicas de las Ardenas y Romandia no volví a ser persona, deportista y ciclista competitivo, por ese orden. Sin salud no tienes nada en la vida y a mí me faltó en los últimos meses«.
Mañana, el primer plato con la 14ª etapa de la carrera: 168 km entre Cervere y el Jafferau (Bardonecchia), duro puerto de 1ª categoría (6 km al 10,5%) en el que estará instalada la línea de meta tras ascender previamente hasta los más de 2.000 metros de Sestriere a 43 km del final.
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