Con 36 años, el madrileño del Movistar afronta con ilusión su decimoquinta temporada profesional
Pablo Lastras afronta su decimoquinta temporada profesional con más ilusión que muchos neoprofesionales. El próximo día 20 cumplirá 36 años y tiene firmado hasta finales de 2013. Es uno de esos ciclistas que, como los buenos vinos, mejora con los años. Y de los pocos que ya se sabe qué quiere ser de mayor, cuando aparque la bicicleta. Porque este madrileño de San Martín de Valdeiglesias tiene la ilusión de ser bombero, con su casco, su hacha y su manguera…
“Siempre me ha hecho ilusión ser bombero y si puedo quiero cumplirla”, dice Lastras. O Penkas, como se le conoce en el pelotón. Ahora entrena duro para perder un poco de peso y llegar fino a la primera prueba de la temporada 2012. “He empezado un poco más tarde pero no más tranquilo. Debuto en la Challenge de Mallorca. No he cogido mucho peso estos meses. Cuando gané la etapa de Totana en la Vuelta estaba en mi peso, 67 kilos; ahora ando por los 69. No me cuesta cuidarme. Llegaré a punto a la primera cita, como siempre”, asegura.
En el pelotón internacional es respetado, por razones de edad, de actitud y de comportamiento. Lastras es un caballero del deporte. En su equipo de siempre, ahora patrocinado por Movistar, es toda una institución. Le gusta planificar su temporada y sus objetivos. Este año, para empezar, se ha fijado uno concreto. “He de llegar bien a la Tirreno, porque en las clásicas belgas quiero ser el escudero de Rojas y Visconti. Creo que podemos hacer un buen papel”.
A estas alturas de su carrera, ya no busca mejorar. Si acaso, mantenerse. “El objetivo sería repetir mi última temporada”. Le gusta el lema de los cubanos: “Vive fuerte, hermano” y quiere más. Pablo Lastras siempre quiere más.