@deportesavila / Comenzó ayer la última prueba de la Copa del Mundo de ciclismo adaptado en Elzach (Alemania), con una selectiva contrarreloj de 18 kilómetros, siempre picando hacia arriba y con un final que era un verdadero puerto. El tándem formado por el abulense Noel Martín y el madrileño Carlos González se quedó fuera de carrera por culpa de una avería, al perder el sillín en los primeros kilómetros de la crono.
“Ponemos un circo y nos crecen los enanos”, comentan en su cuenta de Instagram los dos corredores. “No podía aflojarse el sillín entrenando o mismamente calentando durante 20 kilómetros antes de salir, que tenía que ser en la cronoescalada, cuando llegando a mitad de la ruta he notado movimiento y he intentado llegar al punto donde había mecánicos de la organización pero ha sido imposible”, indica Noel Martín. “Es lo que tiene el ciclismo adaptado, sin coches de equipo ni neutros, como tengas avería tienes que rezar para haya alguien justo ahí”.
Reconoce la pareja de ciclistas que no han tenido suerte y no han podido terminar, aún cuando estaban dando alcance al tándem holandés. Mañana tendrán opción de resarcirse de la mala fortuna en la prueba en línea para tándems, si bien Noel Martín y Carlos González esperan quitarse el mal sabor de boca “con el mundial a la vuelta de la esquina, en el que solo pedimos no tener averías, porque las piernas las tenemos… y es lo lo que más duele, la mayor impotencia, el no poder demostrar todo el trabajo hecho y el no poder dar todo lo que tienes dentro”.