La decimonovena edición de la tradicional XIX Marcha Cicloturista Internacional Pedro Delgado que se celebra el próximo domingo 12 de agosto, homenajeará al ex ciclista abulense Ángel Arroyo, que logró un segundo puesto en la general del Tour de Francia en el año 1983.
La decimonovena edición de ‘La Perico’ comenzará a los ocho de la mañana desde el acueducto de Segovia para afrontar 168 kilómetros por la Sierra de Guadarrama por los conocidos puertos de Navacerrada, Cotos, La Morcuera, Canencia, Navafría y Collado Hermoso, terminando en el pabellón Pedro Delgado de la capital segoviana.
La Marcha Cicloturista Pedro Delgado prevé reunir a más de 2.000 participantes quienes buscarán hacer los mejores tiempos que determinen la clasificación una vez que finalicen los primeros kilómetros neutralizados hasta la rotonda de La Granja.
Ángel Arroyo ‘El Gaznata’
Este ex profesional abulense fue quien relanzó el alicaído ciclismo español a principios de los años ochenta del pasado siglo. Gracias a su segundo puesto en el Tour del 83, el deporte del pedal volvió a despertar el interés en los aficionados, antecediendo a los éxitos posteriores de Perico Delgado y Miguel Indurain. Al mismo tiempo muchos niños abulenses se fijaron en él, sucediéndole figuras como José María ‘Chava’ Jiménez, Francisco Mancebo, Pablo Lastras, Carlos Sastre o David Navas.
Nacido hace 56 años (02/08/1956) en El Barraco, tras destacar en el campo aficicionado en equipos como el Mobylette y el Super Ser, debutó con los profesionales en el año 1979 en el Moliner-Vereco a las órdenes de Javier Mínguez. En su primera temporada estrenó su palmarés ganando la general de la Vuelta a los Valles Mineros y dos etapas. También fue líder de la Volta a Cataluña.
En el año 1980 venció en la Vuelta a Castilla y León y una de sus etapas, además de la Vuelta a los Puertos, el Memorial Manuel Galera y una etapa de la Vuelta a Alemania. Destacado fue su papel de gregario de Faustino Rupérez para que éste se adjudicase la Vuelta a España, de la que en 1981 se llevó una etapa, finalizando el 6º en la general, además de ganar una etapa, la montaña y la general de la Vuelta a Asturias.
Sus éxitos no pasaron inadvertidos para el Reynolds con el que firma como jefe de filas en 1982. Vence en una etapa de la Vuelta a Andalucía y en la Challenge Costa de Azahar. En la Vuelta a España se hace con el maillot de líder en la 10ª etapa, siendo el mejor en la crono de la 15ª. Conserva el primer lugar hasta el final y es proclamado ganador de la general en el Paseo de la Castellana aunque posteriormente sería descalificado por dar positivo, perdiendo el primer puesto. Posteriormente y ese mismo año vencería en una etapa de la Vuelta a los Valles Mineros, en la Subida a Arrate, en el Trofeo Sierra de Madrid y en el Memorial Santi Andía.
En 1983 sufre una lesión, que no le impidió salir victorioso en una etapa del Tour de Francia, cuya buena actuación le colocó al final 2º en la clasificación general, repitiendo el puesto obtenido por su paisano Julio Jiménez en el año 1967.
Tras ganar en 1984 una etapa de la Vuelta a Aragón y otra en la Vuelta a los Valles Mineros, Arroyo vuelve a adjudicarse una etapa del Tour, siendo 6º en la general final.
Regresa en 1985 a las órdenes de Javier Mínguez en el Zor, año en el que unas fiebres de malta le impiden competir y hacen que su carrera deportiva no experimente demasiados éxitos, retirándose en el año 1989. En ese tiempo tan sólo obtuvo una victoria: una etapa en la Vuelta a Aragón en 1987.