El tándem formado por Noel Martín y el invidente Carlos González |
Rafa Simón / Tenía ganas de hacer cosas nuevas, de disfrutar del ciclismo de otra manera, de ayudar a otros a que disfrutasen. Así conoció a Carlos, un chico invidente. Les presentó un amigo común, su anterior “piloto”, el ex profesional Luis Javier Castellanos “Insu” que, cubierto por otras obligaciones, se veía obligado a ceder el volante a otro ciclista de confianza. El flechazo fue instantáneo. Noel Martín será parte de la progresión de Carlos como ciclista, lazarillo de lujo para que siga disfrutando de lo que más le gusta: andar en bicicleta.
El aún corredor del Supermercados Froiz y ex del Orbea considera que era el momento de dar ese gran paso: “ya llevaba tiempo con ganas de probarlo, con esta idea en la cabeza, porque nunca había montado en tándem y el hecho de poder ayudar a una persona a hacer lo que más le gusta, que es lo que más me gusta a mí también, me atraía mucho”, explica, para añadir que “este año se han dado las circunstancias: un chico que busca piloto, y yo que buscaba nuevos retos, nuevas experiencias y nuevos sueños que cumplir”. La combinación perfecta.
Su nuevo compañero de viaje será Carlos González: “un deficiente visual de Madrid que ha competido los dos últimos años en tándem, llegando a participar en pruebas de la Copa del Mundo”, explica Noel, aún impresionado por el nivel de su nuevo compañero.
La tarea de compenetración no será fácil. El bravo corredor de El Arenal (Ávila) tiene claro que queda mucho trabajo por hacer: “de momento estamos conociéndonos, porque conducir un tándem no es nada fácil: debes pensar por dos, ver cuando le sube el pulso a él y cuando a tí, intentar maximizar el rendimiento para que los dos demos el máximo pero sin que ninguno ‘pete’ porque entonces estás perdido…además del hándicap añadido de las curvas, arrancadas, levantarte sobre el sillín en los repechos…es todo un arte”, finaliza entre poco disimuladas muecas de incertidumbre.
Objetivo: Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016
Por ello, el rocoso corredor castellano sabe que los resultados únicamente vendrán más adelante: “No quiero marcarme objetivos concretos, sólo mejorar cada día y empezar a despuntar en el Campeonato de España de pista de ciclismo adaptado que será en enero, y en el Campeonato del Mundo que será unas semanas después”, explica. Sin embargo, hay una prueba que le hace estremecerse, una cita que realmente quiere compartir con Carlos: “Nuestro sueño es ir a Río de Janeiro 2016”.
Sin embargo, este cambio de modalidad será un complemento, no abandonará el ciclismo amateur: “Seguiré corriendo casi todo el año el calendario en aficionados, pero dando prioridad al tándem, ya que no hay muchas carreras, pero cuando las haya me centraré en ellas…y usaré la carretera para prepararme y estar a tope en las competiciones de ciclismo adaptado”, explica.
Con toda seguridad su calendario élite no lo realizará con el Supermercados Froiz, donde ha cumplido su segunda temporada: “Me gustaría estar en un equipo con más libertad, en el que pudiera elegir calendario y en carrera pudiera disputar la victoria cuando esté bien de forma, que a todos nos gusta intentar ganar, y en el resto ayudar al equipo y sobre todo enseñar a los más jóvenes mientras me pongo a punto para competir con el tándem”, asevera.
Noel y Carlos, Carlos y Noel. Uno será quien guíe el barco, pero dos los que remen en él envueltos en el manto de una ilusión que, desde que se conocieron, supieron que será compartida. Al margen de los resultados, de si logren o no sus objetivos, ya saben una cosa: tienen química. Las cosas salen mejor así.
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