Diego Rubio / RAFA GÓMEZ
@deportesavila / El ciclista de Navaluenga, Diego Rubio (Efapel), junto con Garikoitz Bravo (Murias Taldea), fueron los grandes protagonistas de la segunda etapa de la Vuelta a Castilla y León, de 189 kilómetros entre la localidad portuguesa de Guarda y Fuentes de Oñoro, con una larga fuga que se iniciaba en el kilómetro 27, pero que se encontraron con duras condiciones meteorológicas en la ascensión al puerto de Torre, con una intensa nevada que obligó a una neutralización de una veintena de kilómetros.
Coincidiendo con el ataque de Bravo y Rubio se puso a llover, una situación que se mantuvo de forma esporádica hasta llegar a la primera ascensión del día, el Alto de Penhas Douradas, donde acabó luciendo el sol. Sin embargo, a partir de ahí, las condiciones variaron radicalmente, apareciendo de nuevo la lluvia, la niebla y el agua nieve, que se mantuvieron hasta el Alto da Torre. Tras coronarse éste, la organización decidió detener la prueba por las peligrosísimas condiciones que se iban a encontrar los corredores a la hora de bajar el puerto, dado que iban a tener muchas dificultades para frenar por culpa de la nieve.

Se iniciaba un proceso de neutralización, llevando todos los ciclistas en vehículos hasta el kilómetro 102 de la etapa, en Manteigas, donde se reanudó la carrera más de hora y media después. El sol ya lucía y se mantenían las diferencias previas al parón, con Bravo y Rubio por delante, con un grupo de corredores a 2’24” y el pelotón a 3’36”.
Por detrás de los fugados, habían saltado otros dos corredores, David Belda (Burgos BH) y Francisco Mancebo (SkyDive Dubai), pero tras la neutralización el pelotón no les dejó hacer por lo que ambos se dejaron cazar. Posteriormente también sería atrapado Bravo, mientras que Rubio rodaba solo durante 40 kilómetros hasta que fue neutralizado cuando restaban trece antes de la meta, donde se produjo la victoria al sprint del ruso Sergey Chilov (Lokosphinx), llegando la carrera con hora y media de retraso respecto al horario previsto debido a la neutralización realizada.
Chilov empleaba un tiempo de 5 horas, 4 minutos y 52 segundos. El primer abulense en llegar fue Francisco Mancebo, con el mismo tiempo que el vencedor. Después entrarían: 35º Víctor Martín (Burgos BH), a 57”; 63º Nacho Pérez (W52-Quinta da Lixa), a 1’31”; y 78º Diego Rubio (Efapel), a 5’54”
Después de la dantesca jornada, el héroe del día, Diego Rubio, comentaba que la salida había sido “muy rápida”, con “mucha gente con ganas de escaparse y al final sólos Gari Bravo y yo”. “Una pena la climatología, nunca he pasado tanto frío. Siempre a tope, al final sólo”. Sobre sus posibilidades de victoria decía que “era difícil, pero porqué no”. Tras ser cazado a 13 kilómetros de la llegada, “he tenido varias veces ganas de llorar del sufrimiento”.
El nuevo líder de la Vuelta a Castilla y León es Carlos Barbero (Caja Rural-Seguros RGA), quedando los abulenses en la clasificación general así: 16º Francisco Mancebo, a 10”; 42º Víctor Martín, a 1’32”; 54º Nacho Pérez, a 2’06”; y 76º Diego Rubio, a 6’29”.
La tercera y última etapa se corre desde Zamora al Alto de Lubián, con 179 kilómetros y un perfil bastante accidentado en la parte final con las ascensiones a Padornelo (2ª) y la meta final.
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