La temporada de caza menor recién finalizada ha sido «floja en general» en Castilla y León, pese a que comienzan a recuperarse especies como la liebre y en algunas zonas hay un exceso de población de conejos.
El presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, ha explicado a EFE que la temporada, que comenzó el pasado 23 de octubre y terminó hace unos días, no ha sido buena ni para especies como la paloma o la becada.
Una de las especies estrella de la caza menor en la Comunidad, la perdiz, había criado de una forma «regular», pero luego muchas crías se han perdido antes de la apertura de la veda.
Santiago Iturmendi ha asegurado que la libre, que se vio perjudicada por la «atrocidad» del tratamiento con veneno para los topillos, «se recupera», pero tardará años en alcanzar las densidades que tenía.
Caso contrario es el conejo, que en algunas zonas presenta un exceso de población, con los consiguientes daños en cultivos.
Iturmendi se ha mostrado partidario de las «translocaciones», es decir, de capturar conejos en zonas donde abundan para trasladarlos a otras donde tienen poca presencia.
Una temporada que «no pasará a la historia», por factores como la sequía y el añadido de determinadas prácticas agrarias que dejan «sin cobertura» a muchas especies, ha declarado el presidente.
Al respecto, ha indicado que muchas tierras se labran «en plena media veda», con lo que algunas especies se quedan sin refugio en zonas agrícolas, unido a que la sequía obliga a frecuentar más los escasos puntos de agua, donde muchos animales son presa de predadores.
Santiago Iturmendi ha recordado que aunque la caza menor ha terminado, la temporada de caza mayor continúa en Castilla y León hasta el próximo 19 de febrero.
La caza mayor tampoco atraviesa una temporada buena, con poca comida en las sierras, que obliga a algunas especies a bajar a zonas de cultivos.
La Federación había recomendado a los cotos posponer la apertura de la veda, ya que la sequía hacía más vulnerables a algunas especies, después de que la Junta de Castilla y León no aceptara retrasar la fecha de inicio de temporada.
Un 90 por ciento del territorio de Castilla y León, cerca de ocho millones y medio de hectáreas, es zona de caza y cada año son abatidas alrededor de millón y medio de piezas de caza menor y 27.000 de caza mayor.
La caza mueve unos 150 millones de euros al año en Castilla y León y genera cerca de 1.200 empleos, según datos de la Junta.
Fuente: ABC