Selección española femenina U18 |
FEB / El primer partido de la “trilogía” frente a Grecia en el Centro Multiusos Carlos Sastre se saldó con una clara victoria fraguada en la segunda parte en una prueba que sirvió para ensamblar de nuevo al grupo tras los cambios producidos en los últimos días.
Irregular primera parte, adaptación de las “nuevas” recién llegadas del Mundial U17, acierto desigual y marcador equilibrado en veinte minutos poco inspirados. Pero charla en el descanso, puesta en común de intereses, definición de prioridades en el juego y, a partir del tercer cuarto distanciamiento progresivo en el marcador hasta acabar convirtiendo en cómodo un partido que había empezado trabado.
España tiene argumentos desde diferentes posiciones, tiene planes A, B y los que haga falta porque el talento que atesora en algunas de sus jugadoras les permite variar el diseño y readaptarlo a las necesidades propias. Desde los técnicos se diseña y se exige concentración e intensidad atrás, donde el arsenal táctico está más trabajado.
Fueron unos primeros veinte minutos de igualdad (29-27) y una segunda de claro dominio español con Helena Orts y Laia Flores espectaculares y con un parcial demoledor en el último cuarto (23-8) que evidenció ese buen trabajo, de menos a más, que realizó la selección.