@deportesavila / El año 2022 no empieza muy bien para Al-Saif y Oriol Vidal, que caen en el primer combate que les ha antepuesto el Rally Dakar. El Bucle Hail-Hail con una especial de 333 kilómetros y un enlace de 180 ha sido punto de inicio y final para la pareja.
La etapa empezaba muy bien para ellos, mostrando un ritmo sólido y sin correr demasiados riesgos manteniendo una mentalidad «a largo plazo» pensando en el objetivo de ganar la carrera, y no tanto el de conseguir una buena etapa.
Se mantendrían en tercera posición a poco menos de un minuto respecto al líder hasta el kilómetro 122, en el que sufrían una rotura del palier delantero derecho que les obligaba a ir con tracción a 3 ruedas.
A pesar de ello se conseguían mantener dentro del top 5 hasta que llegó la segunda sorpresa, una rotura del palier izquierdo trasero obligándoles a parar y reemplazarlo. Además, se dieron cuenta que se les había roto el diferencial delantero al ver que solo les traccionaba la rueda derecha trasera. Perdieron 50 minutos para intentar solucionar también el tema del diferencial, pero al final solo pudieron sustituir el palier, aún y así manteniendo la octava posición.
Al tener solo tracción trasera deciden correr sin riesgos para acabar la etapa, pero la sorpresa llega en el kilometro 264 cuando sufren la rotura del otro palier trasero, quedando una vez más con tracción a una sola rueda y esta vez sin recambio disponible.
La gran cantidad de arena y huellas hacían imposible avanzar con tracción a una rueda. No les quedaba otra alternativa que esperar al camión de asistencia rápida para que les diera el recambio.
Pasadas cuatro horas y ya mas que caída la noche, seguían esperando sin comida ni ropa de abrigo, acompañados de la lluvia y el viento a una temperatura de 5 grados. El camión había volcado y no llegaba. Ante el frío, la lluvia y el ver que estaban solos, aprovecharon para tomar una decisión desesperada. Intentar completar la etapa con tracción en una sola rueda.
Quedaban 69 kilómetros, era muy complicado pero valía la pena intentarlo. Fue una verdadera odisea, así mismo lo cuenta el propio Oriol Vidal: ”Nunca voy a olvidar el día de ayer, lo pasamos realmente mal. Es increíble la habilidad de Saleh en la arena, para un mortal es imposible hacer lo que él hizo. Pudimos completar la etapa con tracción a una sola rueda y no una etapa cualquiera, la arena y roderas que habían eran espectaculares. Iba sorteando las dunas muy inteligentemente, quizás hicimos 10 kilómetros extras pero pudimos pasar incluso por todos los waypoints.
La mayor decepción llegó en el kilómetro 292 en el que quedamos enganchados y no lográbamos salir. Estuvimos mucho rato con la pala, empujando, levantando el coche… No había manera, nos dimos por vencidos.
Hicimos un fuego para calentarnos, estábamos hipotérmicos. Por suerte la organización nos trajo comida para poder seguir esperando el camión, ahora en el nuevo punto. El milagro apareció cuando un camión de otro equipo nos sacó de donde estábamos atascados y nos llevó a un punto alto en el que pudimos reemprender la marcha, cerca de las 2 de la madrugada.
Logramos cruzar la meta y llegar al Bivouac, no tuvimos un accidente de milagro. Saleh se dormía al volante y tuve que conducir yo después de haberle corregido el volante dos veces. Lo pasé realmente mal, estaba helado y tenía mucho sueño, incluso veía alucinaciones durante el enlace de 120 kilómetros.
Conseguimos llegar al Bivouac liquidados a las 6 de la mañana, pero otra sorpresa estaba por llegar. Nadie nos esperaba despierto para reparar el vehículo a pesar que nuestra hora de salida era las 9:43.5.
El equipo había tomado la decisión que no valía la pena continuar, nos cayó el mundo encima. Después de todo el sufrimiento y de tener que aceptar que perdíamos toda opción a la victoria, nos damos cuenta que se acabó para nosotros. Fue y está siendo algo durísimo tanto para Saleh como para mi, nos hubiera gustado intentar girar la tortilla y marchar a casa con buen sabor de boca.
No voy a opinar sobre la decisión, pero evidentemente si de mí hubiese dependido no habría sido así. Respeto la decisión del equipo y la acepto, pero aún la tengo que digerir. No me queda otra que marchar a casa y aceptar la realidad.
Decepcionado tras el día de ayer solo tengo palabras de admiración para Saleh que es un autentico dakariano y me ha llevado increíblemente bien estos días. Espero poder dar noticias pronto de la evolución de nuestro proyecto.
Quiero dar las gracias a toda la gente que me ha apoyado, tanto patrocinadores, familia, amigos, seguidores… A todos, siento mucho haber fallado y no haber podido ni siquiera haceros disfrutar unos días más. Espero que la próxima salga mejor.”