ISABEL FERRERO / Esta mañana ha tenido lugar la comparecencia ante de los medios de comunicación de Miguel de la Fuente despidiéndose como entrenador del Real Ávila, tras ser cesado fulminantemente después de la derrota con el Salamanca UDS. Junto a él se marchan su segundo entrenador, Rafael López, y el delegado del equipo, Óscar Rebolledo.
El técnico vallisoletano se enteraba de su destitución una vez finalizada la rueda de prensa post partido, en una reunión de la propiedad del club, representada por Luis Perote y Gonzalo Arguiñaño y el director deportivo Joan Farías, con De la Fuente y López, a quienes comunicaron que no iban a continuar al frente del equipo porque no les veían capacitados para los dos últimos encuentros en los que está en juego disputar el play off de ascenso y para lo s que el equipo debía volver a coger fuerza.
DESTITUCIÓN PREVISTA
“Improvisación no ha habido, era una cosa que lo tenían en mente”, asegura De la Fuente, que no contemplaba su cese por lo que resta de competición, estando convencido que iba a ganar al Salamanca. “No lo entiendo, pero no me parece mal. Si ayer por la noche ya había un entrenador prácticamente hecho –el ex portero internacional Víctor Valdés será su sustituto-, quiere decir que el club ya venía trabajando en ello por si tomaban esa determinación no tener que improvisar”.
“Yo nunca me imaginaba o un cierre de ciclo así en Ávila, sin poder despedirme de la gente y con el equipo por encima de las expectativas, mejor altas que bajas. En toda esta etapa nunca habíamos perdido dos/tres partidos seguidos. Me hubiera gustado continuar y terminar. Teníamos confianza el cuerpo técnico y la mayoría de la plantilla de sacarlo. Por mucho que me lo pregunten no alcanzo a saber qué es lo que hemos hecho mal, pero esto es fútbol y funciona así. Tampoco soy de hacer dramas. Soy una persona muy positiva. Las cosas pasan por algo”, decía el ya ex entrenador del Real Ávila, que manifestaba que su opción para la temporada siguiente era seguir en el club encarnado mediante renovación automática si se lograba el ascenso a Primera RFEF.
De la Fuente no ve justa su destitución, aunque la asume. “El Ávila llevaba 30 años en Tercera Federación, incluso con algún paso por preferente. El año pasado pasado ganamos una liga y era un equipo campeón. Nos hemos puesto por encima de nuestras posibilidades. Igual eso nos ha hecho tener unas expectativas más altas de las que se debía. Si el equipo estaba ahí era porque estaba capacitado. Ahora está un punto por encima del play off y quedan diez días de liga. Igual lo que raro era ganar cinco partidos en enero. Creo que me había ganado el derecho a terminar el ciclo y ser nosotros los que llevaremos el equipo a las máximas posibilidades”.
DISCREPANCIAS POSITIVAS CON LA DIRECCIÓN DEPORTIVA
Ha reconocido haber tenido diferencias con la dirección deportiva, con las que “el equipo ha crecido y fue campeón”. Ambas partes han ido muy de cara, entendiendo que “Joan y yo tenemos una educación muy distinta, ni mejor ni peor. Muchas veces en las discrepancias se junta un punto común que era el equipo. Gracias a eso ascendimos. Yo como entrenador tengo mis ideas y voy con ellas hasta el final. Si hubiéramos perdido los partidos y ellos consideraban que el problema era el entrenador lo hubieran cambiado. Si piensan que es la mejor solución para que el equipo pueda conseguir el objetivo del play off, no voy a reprochar nada”.
No ha olvidado el técnico a los futbolistas de la plantilla. “Muchos de ellos vienen de una categoría inferior y han demostrado una capacidad y una personalidad tremendas, de adaptación al trabajo y de exigencia. Yo soy un entrenador que exijo muchísimo, de concentración, de velocidad, de todas las tareas de entrenamiento… Puede ser que el equipo venga un poquito exprimido porque le estábamos sacando un 200% y a cada jugador el 150%, pero era mi objetivo. Por eso hace tres semanas hablábamos de optar a la segunda plaza, en una categoría nueva con Pontevedra y Numancia”.
PARTE DEL CRECIMIENTO DEL CLUB
“Estoy muy agradecido de la oportunidad de haber entrenado aquí en el Ávila y haber conseguido lo que se ha conseguido. Cuando yo llegué aquí el club en general estaba como estaba. Nos vamos en Segunda RFEF con el equipo en play off. Ojalá el próximo proyecto al que vaya tenga una mejora tan exponencial como la que ha tenido el Real Ávila”, afirmaba De la Fuente, recordando la inercia positiva en que se encuentra el club, “de la que soy parte”, mejorando aspectos como el marcador, el autobús y la imagen de profesionalidad que el equipo demuestra cada vez que viaja fuera, pernoctando en hoteles.
QUERIDO POR LA AFICIÓN
Miguel de la Fuente afirma haberse sentido muy querido y arropado por la afición. “Los cuatro que pueden hablar por redes sociales es una cosa y otra es que yo hago mucha vida en Ávila, que me ha gustado mucho conocer. Tengo auténtica devoción por la gente mayor. Paseo mucho y la gente me ha parado por la calle, sobre todo cuando las cosas han estado mal. Sé que es una afición exigente. Parece que ha habido un momento en que estaba enfrentado con cosas como cantar a un equipo que se vaya a Segunda División o que vayamos a Guijuelo y que les digamos que vamos a descender. Eso está mal y lo volvería a decir porque al club lo siento desde dentro. Creo que no es una imagen que debamos dar, sino ser un equipo querido por Castilla y León”.
Se marcha “muy satisfecho” y ahora verá “las cosas desde fuera”, deseando que el grupo de jugadores que ha tenido a su cargo y la afición “consigan disfrutar de los play off de los que también me voy a sentir parte muy importante. No se puede dejar pasar esta oportunidad. Ojalá pueda llamar dentro de dos semanas a todos los jugadores y decirles olé vuestros huevos”.






