Último once del Real Ávila en la temporada 2021/2022. Fotos: RFCYLF

Ángel G. Alameda / Hasta el minuto 96 el Real Ávila estaba clasificado para disputar la final de la fase autonómica de ascenso a Segunda RFEF con el empate a uno que campeaba en el marcador. El desgaste físico, las lesiones sufridas y las expulsiones recibidas propiciaron que el Mirandés B le remontase con dos goles en la prórroga, eliminándole por 1-3 para tristeza de los aficionados encarnados.

En el choque disputado en Almazán fue mejor en el cómputo general el Real Ávila, pero el fútbol a veces pone delante a quien no lo ha sido. Durante mucho tiempo acarició la posibilidad de jugar la final con el Tordesillas gracias a un tempranero gol de Javi de Mesa. No fue así y dice adiós a una temporada que termina con sabor agridulce.

Borja Rubiato (entrenador), José Carlos Núñez (analista) y David González (preparador de porteros) en la grada

Las bajas anunciadas previamente por Borja Rubiato -en la grada por estar sancionado- de puntales como Dani Tena, Ortolà e Ivi no fueron tales y salieron en el once inicial donde estuvieron hasta que el cuerpo dijo basta. Un riesgo que había que afrontar en una cita decisiva.

El encuentro comenzó con los dos conjuntos estudiándose, pero con mayor control del esférico por parte del filial del Mirandés. Un error de su defensa generó el gol del Real Ávila, tras un saque de banda en el que el balón llegaba a Rober, quien lo cedía a Javi de Mesa para que el exterior zurdo con la derecha y desde el punto de penalti batiera a Aritz.

La respuesta mirandesista llegaba en forma de dominio sobre el terreno de juego pero sin crear peligro a un Christian que era mero espectador. Su equipo, con mayor oficio, no permitía dar oportunidades al rival que estaba con la posesión mayoritaria de la pelota. El caso es que el Ávila era el que tenía el control y las ocasiones como la que dispuso en el minuto 16 con un disparo de Ivi desde el fuera del área en el saque de una falta que atrapaba en dos tiempos el guardameta rojillo.

Borja Rubiato tiene que ser sustituido al resentirse de su lesión

No fue sino hasta el minuto 32 cuando el Mirandés gozó de su primera ocasión clara en un avance de Erik que pasa a Ariel, quien cede a Olguín para que éste efectúe un remate ajustado al palo que desviaba Sito Cruz, forzando un saque de esquina.

Sobre el 36’ un lanzamiento de falta de Llorián obligaba a Aritz a realizar una gran parada que derivaba en córner evitando el segundo gol encarnado. Estuvo a punto de conseguirlo Javi de Mesa cuando se acercaba el descanso con un disparo con la zurda desde la frontal en el 42’. La acción del muy activo jugador madrileño se perdía pegada al poste izquierdo del marco del Mirandés B. Acababa una primera parte con Ivi lesionado.

Estaba obligado Borja Rubiato a cambiar a Ivi y en su lugar salió Valdo. También disponía Jonathan Prado de una modificación en su once, en este caso doble, por la necesidad de reaccionar a un marcador adverso. Pero el peligro lo seguían generando las botas de los futbolistas del Real Ávila. En el 54’, un saque de esquina ejecutado por Llorián era rematado flojo por Carlos Pascual, atrapando el esférico Aritz. Poco después se tenía que retirar lesionado Rober, saliendo en su lugar Julio Rengel y en el 62’ un nuevo contratiempo en forma de lesión hacía entrar al campo a Grillo por Dani Tena.

Disputa de un balón

Hasta tres hombres habían tenido que retirarse antes de tiempo por problemas físicos, restando aún media hora para el final del término reglamentario. Si a ello le unimos que la gasolina se le había acabado a Javi de Mesa y Juli, no tuvo más remedio el equipo abulense que efectuar dos sustituciones más sacando a Espada y Víctor, complicándose la situación. En este difícil escenario, como ocurrió en la primera parte, el Mirandés B tenía el dominio y el Real Ávila se defendía bien de su mínima renta, con Christian con poco trabajo.

Tenían que arriesgar los rojillos por todos los medios si quieran dar la vuelta a la tortilla. Sacaron al campo a un delantero, Óscar, en lugar del defensa central Sanchis. Fue precisamente el atacante que había saltado al campo quien tras un saque de banda que peinaba Olguín el que establecía el empate a uno en el 75’. La respuesta encarnada vino también en un saque desde la banda de Walter que terminaba con un remate flojo de Víctor. Poco después la tuvo Espada que mandaba la pelota por encima de la portería en un córner que había lanzado Ortolà.

Sito Cruz

El tiempo iba transcurriendo y la prórroga parecía inevitable, incluso pudo no haberse producido si en el descuento Christian no hubiera salvado la eliminación con un paradón en un mano a mano frente a Asier que tiraba a bocajarro tras recibir el balón por un centro de Thompson.

Al poco de iniciar la prórroga, nuevo contratiempo para el Real Ávila. Se le sale el hombro a Espada y tiene que ser cambiado por Perrini. Demasiado para un equipo que estaba agotado físicamente y que en un saque de esquina de Facu veía como sin oposición remataba de cabeza de forma impecable Asier al fondo de las redes abulenses para establecer el 1-2.

Quedaba tiempo para conseguir el gol del empate y el pase para la final. El cuadro dirigido desde el banquillo en esta ocasión por Jorge Solano se lanzaba a la desesperada colocando al central Carlos Pascual como delantero centro. Antes de llegar al intermedio de la prórroga, un remate de Julio Rengel se iba pegado a la base del palo izquierdo del marco mirandesista.

El partido aún se podía decidir a favor del conjunto encarnado en los quince minutos que restaban, aunque lo que iba a suceder es que se quedase con nueve por las expulsiones de Julio Rengel y Sito Cruz. También se tenía que ir expulsado Juli que estaba en el banquillo. La tensión y los nervios se palpaban en el ambiente y fueron en aumento cuando a punto de acabar el choque Guichard, solo ante Christian, anotaba el 1-3, provocando con su dedicatoria a la afición del Real Ávila que ocupaba el fondo donde estaba la portería en que había hecho el gol. Se montaba una tangana que acababa con la cuarta expulsión abulense, la del guardameta suplente Moha. No hubo tiempo para más.

FICHA TÉCNICA

 1   Real Ávila: Christian; Sito Cruz, Carlos Pascual, Llorián, Walter; Dani Tena (Grillo, m. 63), Ortolá; Juli (Víctor, m. 68), Ivi (Valdo, m. 46), Javi de Mesa (Espada, m. 68)(Perrini, m. 93); y Rober (Julio Rengel, m. 58).

 3   Mirandés B: Aritz, Xavier, Durán, Sanchis (Óscar, m. 67), Oier (Fernando, m. 46), Adrián (Asier, m. 46), Erik (Facu, m. 91), Guille Thompson (Santo, m. 106), Olguín, Jofre y Ariel (Guichard, m. 106).

Goles: 1-0 (Javi de Mesa, m. 7), 1-1 (Óscar, m. 75), 1-2 (Asier, m. 96) y 1-3 (Guichard, m. 120).

Árbitro: Ángel Manso Rojas (Segovia). Mostró tarjetas amarillas a los jugadores del Real Ávila, Moha, Walter, Grillo, Espada, Llorián, Valdo y Julio Rengel, a éste en dos ocasiones, por lo que fue expulsado (112’). Recibieron cartulinas rojas directas Juli (111’), Sito Cruz (119’) y Moha (120’). Por parte del Mirandés B amonestó a Olguín, Oier, Guichard y Asier.

Incidencias: Segunda semifinal de la fase autonómica de ascenso a Segunda RFEF, disputado en el campo de La Arboleda (Almazán), con asistencia de unos 200 espectadores, de los que alrededor de 75 eran seguidores del Real Ávila.

 

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